La coherencia de los latidos puede cambiar el mundo

La coherencia de los latidos puede cambiar el mundo
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as allá de bombear cinco litros por minuto de sangre, oxígeno y nutrientes a cada uno de los tejidos del organismo (en descanso), el corazón es un sofisticado sistema sensorial y de procesamiento de información que puede decidir con independencia del cerebro craneal.

Esta semana toca el turno de darle un vistazo al cerebro del corazón, que no solo puede tomar decisiones autónomas sino también es capaz de aprender, recordar y percibir, influyendo desde luego en nuestros pensamientos y emociones; pero además tiene la extraordinaria capacidad de activar en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Si está en equilibrio es lo que conocemos como inteligencia emocional; en desequilibrio genera tristeza.

“Los patrones rítmicos de los latidos del corazón cambian significativamente con las diferentes emociones que experimentamos. De hecho, el sistema nervioso cardíaco contacta con la sabiduría interna en la que podemos reconocernos unidos a la totalidad”.

Sentimientos negativos como la ira, frustración, celos, miedo, culpa, están relacionados con un patrón errático e incoherente en el ritmo cardíaco y esto, de acuerdo a estudios de la Universidad de Harvard, ha demostrado causar entre el 60 y 90 por ciento de las consultas médicas generales, dado que este patrón genera cortisol, la llamada hormona del estrés.

Por si fuera poco, se ha descubierto que el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo: Cinco mil veces más intenso que el del encéfalo. Se sabe que este campo se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean entran en contacto y reciben la información energética contenida en él.

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