Alfredo del Mazo, exgobernador del Estado de México, emitió un comunicado en respuesta a la decisión de la dirigencia del PRI de expulsarlo del partido, considerando este acto como una “provocación”. En sus palabras, calificó la gestión de Alejandro ‘Alito’ Moreno al frente del partido como “mediocre”, señalando que este no lo representa a él ni a una gran parte de los integrantes del PRI.
En su declaración, Del Mazo expresó su agradecimiento a los militantes del partido y afirmó que, aunque inicialmente no tenía la intención de hacerlo, se vio impulsado a pronunciarse debido a la mencionada provocación por parte de la dirigencia. Enfatizó que la actual dirección del Comité Ejecutivo Nacional ha perdido el rumbo y ya no encarna los principios y valores originales del partido.
El exgobernador criticó que ‘Alito’ Moreno y su equipo hayan descuidado las causas sociales en favor de sus propios intereses, lo que, en su opinión, ha conducido a resultados mediocres para el PRI, especialmente en las recientes elecciones donde han sufrido derrotas ante Morena. Del Mazo lo describió como un líder que ha fracturado la militancia y traicionado los fundamentos del partido, desacreditándolo moralmente tanto dentro como fuera de sus filas.
El PRI había señalado a Del Mazo por traición, acusándolo de haber “entregado” el Estado de México a Morena y sus aliados debido a su relación política con el presidente López Obrador, lo que resultó en la pérdida de una entidad que había sido un bastión histórico del partido durante casi un siglo.
La controversia se intensificó con la renuncia de Alejandra del Moral, excandidata del PRI-PAN-PRD al gobierno del Estado de México y aliada de Del Mazo. ‘Alito’ Moreno insinuó que esta salida fue resultado de traición al partido y acusó un pacto con el Gobierno. Sin embargo, Del Moral confirmó que su renuncia se debió a problemas internos en la dirección del partido y dejó claro que no se uniría a Morena ni a sus aliados en el futuro.
Del Mazo concluyó señalando que ‘Alito’ Moreno quedará cada vez más aislado en su intento por promover sus intereses personales, describiéndolo como “el enterrador del PRI”, sugiriendo así que su gestión podría llevar al declive del partido.
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