Mariana Rodríguez denuncia presuntos actos de violencia contra colaboradores; acusa a Adrián de la Garza

Mariana Rodríguez, excandidata de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Monterrey, acusó al exaspirante Adrián de la Garza de ser responsable de actos violentos contra su equipo de campaña.

En una reciente rueda de prensa, Rodríguez detalló que Brenda Pérez, infectóloga pediatra del Hospital Universitario y excandidata a regidora, sufrió el incendio de dos vehículos familiares el pasado 23 de mayo. Además, la emecista denunció la detención ilegal de Andrés y Emilio Pérez, padre y hermano de la doctora, durante el día de la elección.

“Lo que Adrián de la Garza y el PRI le hicieron a la doctora Brenda y a su familia fue robarles la paz y la tranquilidad”, declaró Rodríguez, quien señaló que los detenidos siguen encarcelados en el Penal de Apodaca junto a otros simpatizantes del partido naranja.

El segundo caso involucró al hermano menor de Selene García, también candidata a regidora e hija del exalcalde de San Nicolás, Miguel Ángel García. Según Rodríguez, la camioneta del hermano de Selene fue incendiada mientras estaba estacionada en la cochera de su domicilio la noche del 25 de mayo. La excandidata atribuyó estos actos a una campaña de intimidación y caos orquestada por De la Garza y el PRI.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, hasta el momento no existen denuncias formales en la Fiscalía de Justicia de Nuevo León, un hecho que Rodríguez no aclaró durante su intervención. En su discurso, enfatizó que su objetivo no es revertir el resultado electoral, sino establecer un precedente que evite la repetición de estos actos en el futuro.

“Monterrey se respeta, iré hasta donde tope para hacer justicia por todas las personas que fueron afectadas por Adrián De La Garza, por el PRI y por la Fiscalía. No vamos a permitir que sus actos queden impunes”, afirmó Rodríguez.

Además, la excandidata emecista recordó agresiones físicas previas contra otros tres colaboradores: Mario Leal, Miguel Ángel García Domínguez y Carlos Serna. Estos incidentes refuerzan, según Rodríguez, un patrón de violencia y coerción utilizado para influir en el proceso electoral.

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