Dicen en los pasillos políticos que mientras todos miraban los reflectores de los cierres de campaña, Movimiento Ciudadano se dedicó a lo suyo: crecer sin hacer ruido… pero incomodando a más de uno. En Durango, donde antes apenas pintaban de naranja, ahora compiten de tú a tú por distritos claves, seduciendo a jóvenes hartos de la política rancia. En Veracruz, el terreno es más espinoso, pero el movimiento logró algo que pocos: armar su propia narrativa en medio del lodazal de la polarización. Lo que más inquieta a los viejos partidos no es solo el avance naranja, sino su discurso: llegar al poder, pero para poder ayudar, no solo mandar. En otras palabras, gobiernos locales que respondan y que no teman salirse del molde. ¿Será?
CDMX: MORENA MUEVE EL VOTO… Y EL DINERO
Nos cuentan que en Morena Ciudad de México ya no disimulan. Usan recursos públicos y toda la maquinaria del gobierno local para operar, desde hace meses, una red electoral camuflada con nombre de “Colectivo 1 de Junio”. ¿El objetivo? Acarrear votos para la elección del Poder Judicial y, de paso, reclutar simpatizantes en alcaldías clave. En Tlalpan, el operativo lo encabezan Alfonso Ramírez Cuéllar y Margarito Rosas, viejos conocidos del obradorismo. A los movilizadores les dieron papeles, uniformes y hasta formación exprés. ¿Promover el voto o reforzar el padrón de leales? Mientras tanto, la oposición… brillando por su ausencia.
EU PONE LUPA A TUS REDES (Y A TUS INTENCIONES)
Desde Monterrey llega el runrún: el Consulado de Estados Unidos ya puso en marcha una operación de “revisión intensiva” a redes sociales de quienes soliciten visas, sobre todo estudiantes o quienes van de intercambio. Aunque oficialmente dicen que las entrevistas siguen en pie, fuentes diplomáticas aseguran que el proceso se volvió mucho más riguroso desde hace semanas. ¿La razón? Seguridad nacional, claro… pero también un reflejo del endurecimiento que dejó el trumpismo y que, al parecer, sigue dictando el tono. Así que ya sabes: antes de tramitar la visa, revisa bien tus redes. Porque en tiempos de algoritmos, cualquier tuit puede ser tu veto.