Dicen los que saben que en Movimiento Ciudadano ya se cansaron del jueguito de la 4T. Desde el Senado, los naranjas advirtieron que, si Claudia Sheinbaum quiere dejar huella con una reforma electoral, primero que empiece por soltar el control. “Así no, presidenta”, fue el mensaje velado pero firme que lanzaron, dejando claro que un cambio de este calibre no puede venir de quien está cómodamente instalado en el poder y busca conservarlo a toda costa. En corto, los emecistas dejaron saber que sin consenso real, sin escuchar a las minorías y sin blindar al país de la narcopolítica, cualquier intento de reforma será letra muerta. ¿Y la comisión de Pablo Gómez? Dicen que la están esperando con lupa… y con desconfianza.
NARCOFUGAS Y FENTANILO AMENAZAN PACTO SHEINBAUM–TRUMP
Nos cuentan que en Washington hay más de un ceño fruncido por culpa de un boquete en la pared… y no precisamente del muro fronterizo. Resulta que el escurridizo Zhi Dong Zhang, señalado como operador financiero del narco y con pedido de extradición en EU, se les esfumó a las autoridades mexicanas en sus propias narices, gracias a una fuga digna de película barata. El Wall Street Journal no tardó en prender las alarmas: esta clase de papelones ponen en riesgo el supuesto acuerdo de seguridad que Claudia Sheinbaum intenta amarrar con Donald Trump. La presión desde la Casa Blanca no es menor: quieren resultados, cabezas y estructuras criminales desmanteladas. Pero con este tipo de “errores”, el mensaje que llega al norte es que México sigue siendo el paraíso de los cárteles… y de sus socios internacionales.
FIFA SACA TARJETA ROJA A AMENAZAS CONTRA ÁRBITRA MEXICANA
En Zurich no están para juegos sucios. Nos aseguran que Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, se llevó un muy mal sabor de boca tras enterarse de las amenazas que recibió la árbitra mexicana Katia Itzel García luego del duelo entre Rayados y Cincinnati. El mensaje fue directo y sin rodeos: “Sin árbitros, no hay futbol”. Lo que más indignó en los pasillos de la FIFA fue el nivel de agresión digital contra la silbante, algo que —admiten— ya rebasa los límites del fanatismo y toca las puertas del crimen. Infantino, que pocas veces se pronuncia tan rápido, mandó una señal clara: a los violentos se les acabó el juego. Ahora falta ver si las ligas, federaciones y autoridades mexicanas están dispuestas a pitarles el alto.