La semana pasada, en medio de la atención mediática tras la sentencia de Genaro García Luna, Joaquín Guzmán Loera, conocido como “El Chapo” Guzmán, envió una carta manuscrita al juez Brian Cogan, quien dictó la condena al exsúper policía.
En su misiva, Guzmán solicita que se reconsidere la cadena perpetua impuesta en su caso, argumentando que fue “extraditado ilegalmente” a Estados Unidos.

Guzmán alega que debió haber sido extraditado al Distrito Este de Texas y al Distrito Sur de California, en lugar del Distrito Este de Nueva York. En su carta, señala que nunca hubo una renuncia a la regla de especialidad, que, según él, es fundamental en su extradición.
A pesar de que Guzmán reconoce que esta moción ya había sido presentada anteriormente, asegura que su petición no se basa en “nueva evidencia descubierta”. Además, critica la calidad de su representación legal, afirmando que sus abogados no examinaron adecuadamente a los testigos y no lucharon para que cierta evidencia fuera excluida del juicio.
Guzmán se encuentra actualmente cumpliendo una sentencia de cadena perpetua tras ser encontrado culpable de múltiples delitos relacionados con el narcotráfico. Su nueva carta al juez se suma a un creciente llamado por parte de los condenados para cuestionar la legalidad de sus juicios y extradiciones, un tema que continúa generando debate en el ámbito legal y mediático.
Con 66 años de edad, Guzmán busca una nueva oportunidad para reexaminar su caso, aunque reconoce que los argumentos presentados no son inéditos. Su situación se ha convertido en un punto focal de atención.