"A las 7:35 de esta mañana (tiempo local), el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia", anunció Ferrell.
El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y uno de los más carismáticos e influyentes de la era moderna, falleció este lunes a los 88 años en el Vaticano. Su muerte pone fin a un pontificado de 12 años marcado por la defensa de los migrantes, la crítica frontal al capitalismo salvaje y una batalla incesante contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia.
El anuncio fue realizado por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, desde la capilla de la residencia Santa Marta, donde vivía Francisco:
“A las 7:35 de esta mañana (hora local), el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia”, dijo.
At 9:45 AM, Cardinal Kevin Farrell, Camerlengo of the Apostolic Chamber, announced the death of Pope Francis from the Casa Santa Marta with these words:
"Dearest brothers and sisters, with deep sorrow I must announce the death of our Holy Father Francis. At 7:35 this morning,… pic.twitter.com/De4pEZkvs9
Las campanas repicaron al unísono en Roma y en todo el mundo católico. La Plaza de San Pedro, habitualmente vibrante, guardó silencio mientras los fieles comenzaban a reunirse en señal de duelo.
Una despedida en paz y entre multitudes
A pesar de su frágil salud y una reciente neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días, el Papa se mostró por última vez en público el Domingo de Resurrección. Salió del hospital para bendecir a la multitud reunida en San Pedro y recorrer la plaza en el papamóvil. Sería su última aparición.
Este lunes, su cuerpo fue colocado en la capilla de Santa Marta, donde se llevará a cabo el rito de certificación del deceso. A partir del miércoles será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán despedirse.
Según la tradición, los cardenales decidirán la fecha del funeral en los próximos días. Se prevén nueve días de exequias y un nuevo cónclave en menos de tres semanas, donde 135 cardenales —más de dos tercios nombrados por Francisco— deberán elegir a su sucesor.
Jorge Mario Bergoglio: el Papa que vino del sur
Nacido en Buenos Aires en 1936, hijo de inmigrantes italianos, Jorge Mario Bergoglio rompió moldes desde su elección en marzo de 2013. Fue el primer jesuita en llegar al trono de Pedro, el primero en elegir el nombre de “Francisco”, y el primero en casi 1300 años que no provenía de Europa.
Inspirado en San Francisco de Asís, su pontificado estuvo marcado por una opción preferencial por los pobres, los marginados y la periferia. Hablaba con sencillez, se movía en transporte público y eligió vivir en un modesto apartamento de dos habitaciones en vez del fastuoso Palacio Apostólico.
México en su corazón
En 2016, visitó México y recorrió cinco estados en seis días: Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. Fue la séptima visita papal al país y una de las más emotivas, especialmente por su cercanía con las comunidades indígenas y las víctimas de la violencia.
El reformista de voz firme
Francisco reformó las finanzas del Vaticano, abrió espacios para mujeres y laicos en cargos de responsabilidad, y levantó el secreto pontificio para denunciar abusos sexuales dentro de la Iglesia. Pero sus reformas no estuvieron exentas de críticas. Para muchos conservadores, fue un Papa “demasiado blando” en doctrina; para las víctimas de abusos, “insuficiente”.
Aun así, dejó huella como ningún otro: promovió el diálogo interreligioso, desafió a la industria armamentista, denunció el deterioro ambiental en su encíclica Laudato si’, y alzó la voz contra el racismo y la xenofobia.
Una Pascua final
“Vivió esta Pascua y se fue”, dijo una fiel entre lágrimas en la Plaza de San Pedro.
Así se despide un pontífice que rompió esquemas, que abrió las puertas a una Iglesia más humana, y que no tuvo miedo de decir incómodas verdades.
El Papa del fin del mundo ha regresado a la casa del Padre. Su legado, sin embargo, apenas comienza.
El cáncer, que desde enero se había extendido por su cuerpo, venció finalmente al hombre que sobrevivió a la tortura, la cárcel y la política para convertirse en un símbolo global de la izquierda rebelde.