Brian Wilson, cofundador y cerebro creativo de The Beach Boys, falleció esta tarde a los 82 años, informó su familia a través de un comunicado en la página oficial del artista: “Estamos desconsolados. Somos conscientes de que compartimos nuestro dolor con el mundo. Love & Mercy”.
La causa del deceso no se precisó; desde 2024 el músico vivía bajo tutela legal tras ser diagnosticado con demencia, condición que se agravó tras la muerte de su esposa, Melinda Ledbetter, en enero de ese año.
El genio detrás del sonido californiano
Convertido en productor, arreglista y principal compositor de la banda, Wilson revolucionó el pop con Pet Sounds (1966), disco que introdujo orquestaciones inusuales y técnicas de estudio adelantadas a su época. El álbum inspiró directamente a Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles y selló una rivalidad amistosa que empujó los límites de la música popular.
Unos meses más tarde, Wilson condensó aquella ambición en el sencillo “Good Vibrations”, considerado una obra maestra de la edición sobre cinta y todavía referente para los productores modernos.
Más allá del surf y los atardeceres
Hits como “California Girls”, “Surfin’ USA” y “God Only Knows” convirtieron a The Beach Boys en la banda sonora del sueño americano de los sesenta: juventud, libertad y carretera. Sin embargo, tras bastidores, Wilson libró duras batallas contra la depresión, las alucinaciones auditivas y la presión de la industria.
Su franqueza al convertir la vulnerabilidad en arte lo transformó en un símbolo de resiliencia para músicos posteriores.
Un legado interminable
Casi seis décadas después de aquel “teenage symphony to God”, la influencia de Wilson sigue impregnando el pop, el rock y la producción contemporánea. Artistas de todas las generaciones citan su búsqueda de perfección sonora y su capacidad para mezclar inocencia con melancolía.
Con su partida se apaga una voz irrepetible, pero resuenan para siempre las armonías que inventaron el verano eterno.
