El reconocido cantante español Alejandro Sanz se convirtió en tendencia este fin de semana, no por su actual gira en México, sino por una fuerte acusación de manipulación emocional lanzada por una fan, Ivet Playà, a través de un video viral en TikTok.
En la grabación, la joven narra una historia que, según asegura, la marcó profundamente. Afirma que conoció a Sanz en 2015, cuando ella tenía 18 años y él 49. A partir de entonces, relata, el intérprete de “Amiga mía” comenzó a seguirla en redes sociales, a enviarle mensajes privados y compartir su contenido, lo que con el tiempo derivó en una relación personal y laboral.
De admiradora a “pesadilla emocional”
Según Playà, tras años de interacción digital, se trasladó a Barcelona en 2019 tras recibir una supuesta oferta de trabajo por parte del cantante. Sin embargo, aseguró que esa oportunidad profesional dio paso a una relación íntima y sexual que terminó por volverse, en sus palabras, “una pesadilla”.
“Me siento engañada, utilizada, humillada y sucia”, expresó entre lágrimas en el video, que rápidamente superó el medio millón de visualizaciones. También mostró capturas de pantalla que, según ella, respaldan su versión de los hechos.
En un mensaje posterior publicado en Instagram, la joven dejó en claro que no planea emprender acciones legales contra el músico. Su objetivo, dijo, es visibilizar lo que considera un abuso emocional y una conducta moralmente reprobable. “No estoy culpando a Alejandro Sanz de ningún delito. Solo hablo de comportamientos inaceptables”, escribió.
Sin respuesta oficial de Alejandro Sanz
Hasta el momento, Alejandro Sanz no ha emitido ningún comunicado para desmentir, aclarar o responder a las acusaciones, aunque el tema ha generado un amplio debate en redes sociales sobre el poder, la fama y las relaciones desiguales.
La polémica surge en un momento en que el artista se encuentra en medio de una gira por México, y mientras sus seguidores esperan una posible declaración, la historia de Ivet Playà sigue circulando con fuerza en plataformas digitales, generando tanto apoyo como escepticismo entre el público.
