Novak Djokovic ha cumplido su sueño de toda la vida al conquistar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, tras una final que quedará grabada en la memoria de los aficionados al tenis.
El serbio, que había declarado a principios de año su determinación de buscar el oro olímpico, se impuso en una batalla épica contra Carlos Alcaraz, el prodigio español que lo llevó al límite en la pista de Roland Garros.
En una final que no dejó indiferente a nadie, Djokovic y Alcaraz protagonizaron un enfrentamiento espectacular que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos.
INVENTEN OTRO DEPORTE. 🐐
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) August 4, 2024
🇷🇸 Novak Djokovic ya lo ganó ABSOLUTAMENTE TODO en el tenis: medalla de oro en #Paris2024, el único gran título que le faltaba. 🥇
Fue 7-6 (3) y 7-6 (2) a 🇪🇸 Alcaraz en un partidazo. pic.twitter.com/sK9vFaAQsj
El escenario, el icónico estadio de Roland Garros, estaba completamente lleno, con cada rincón ocupado por fans ansiosos de presenciar la lucha entre dos de los mejores tenistas del mundo. En los pasillos, la multitud de pie trataba de vislumbrar el vibrante duelo en la arcilla, una demostración de la locura que solo pueden generar Djokovic y Alcaraz.
Así fue el oro para Djokovic
Ambos jugadores desplegaron un tenis de alta calidad, agresivo en el fondo de la pista y estratégico en la red.
En los dos sets disputados, ninguno logró quebrar el servicio del rival, y ambos sets se resolvieron en emocionantes tie breaks. Djokovic se llevó el primer set por 7(7)-6, pero la verdadera prueba llegó en el segundo set, donde la tensión y el desgaste físico se hicieron notar.
A pesar de la furia y la determinación de Alcaraz, Djokovic supo manejar mejor la ansiedad y el estrés. Con una serenidad que lo caracteriza, el serbio venció a Alcaraz en el segundo set con otro 7(7)-6, llevándose el oro olímpico tras una dura batalla.
La celebración de Djokovic fue tan emotiva como su victoria. Después de la conclusión del partido, el serbio explotó en un grito de júbilo mientras la multitud lo ovacionaba. En un gesto lleno de significado, Djokovic corrió hacia la tribuna para compartir su felicidad con su familia, culminando un momento que marca un hito en su ya legendaria carrera.