Este viernes 5 de diciembre de 2025, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo; el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump; y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, sostuvieron su primera reunión trilateral en el marco del sorteo de la Copa Mundial de la FIFA 2026, un encuentro que marca un nuevo capítulo en la cooperación política, comercial y diplomática entre las tres naciones.
El encuentro se realizó en Washington D.C., inmediatamente después del sorteo del Mundial 2026, donde los líderes participaron juntos en la ceremonia oficial organizada por la FIFA en el John F. Kennedy Center for the Performing Arts.
Este acto representó la primera vez que Sheinbaum, Trump y Carney coinciden en un foro público de alto perfil desde que el canadiense asumió el cargo de primer ministro.
Agenda multilateral: comercio, cooperación y futuro del USMCA
De acuerdo con el comunicado divulgado tras la reunión, los tres mandatarios abordaron temas clave como la cooperación económica regional, el comercio y la seguridad fronteriza.
La cita cobra especial relevancia ante la próxima revisión del tratado de libre comercio entre los tres países, el USMCA —en español, T-MEC—, en medio de tensiones comerciales impulsadas por la administración estadounidense.
Desarrollo del encuentro: contexto, forma y alcance
Aunque la reunión fue breve, diplomáticos describen el ambiente como cordial y propositivo, con énfasis en la cooperación regional.
Previo al sorteo, Sheinbaum ya había anticipado que participaría en pequeños encuentros con Trump y Carney, aunque su agenda priorizó el evento de la FIFA.
La coincidencia de los tres mandatarios en el sorteo mundialista subraya el papel del deporte como espacio de diplomacia. La ceremonia, además del componente futbolístico, ofreció la oportunidad de reforzar la imagen de cooperación entre los países anfitriones.
Retos y expectativas tras la reunión
La cumbre abre la expectativa de que México, Estados Unidos y Canadá puedan coordinar políticas conjuntas en materia comercial y de seguridad, en especial ante la próxima revisión del USMCA. La cooperación regional aparece como un eje de acción compartida.
La comunidad internacional y los mercados vigilan con atención si este nuevo acercamiento se traduce en compromisos concretos —especialmente en comercio, inversión y regulación fronteriza—, o si quedará como un gesto diplomático simbólico.
El carácter corto del encuentro —más de protocolo que de negociación extensa— podría limitar los avances a corto plazo. Por ahora, los líderes solo se comprometieron a mantener el diálogo abierto.
