Dicen en los pasillos legislativos que la última ocurrencia de Donald Trump —meter a la Guardia Nacional a Washington y adueñarse de la policía local— cayó como bomba en San Lázaro. Los de Movimiento Ciudadano fueron los primeros en levantar la voz: “Ni militarización aquí, ni allá, y menos si es Trump el que da la orden”. Según cuentan, ven un riesgo directo para la región cada vez que el magnate se pone en plan de sheriff. “Lo más importante es defender la soberanía… y no vamos a aplaudir que use soldados para callar protestas contra sus medidas migratorias”, soltaron. El mensaje fue claro: si hay quien quiera hacerle coro al gringo, que no cuente con MC.
GERTZ NO SUELTA A VALLARTA
En la mañanera se escuchó fuerte y claro: Alejandro Gertz Manero no piensa quedarse de brazos cruzados tras la liberación de Israel Vallarta, ocurrida el 1 de agosto. Cuentan que el fiscal ve en el caso una “obligación moral, ética y jurídica” para defender a seis víctimas de un secuestro previo al famoso montaje con Florence Cassez. Vallarta, que salió del Altiplano después de casi 20 años preso sin sentencia, dijo estar en “shock”, pero Gertz ya prepara la apelación. El expediente vuelve a la cancha y la historia está lejos de cerrarse.
MÉXICO ENTREGA CAPOS “NIVEL TERRORISTA” A EU
En silencio, pero con escolta internacional, 26 reos peligrosos cruzaron la frontera rumbo a tribunales estadounidenses. Entre ellos, miembros de alto calibre del CJNG y de Sinaloa, ambos ya etiquetados como grupos terroristas por el Departamento de Estado. El Embajador Ronald Johnson no perdió tiempo para agradecer al Gobierno mexicano la cooperación. Los cargos son de alto voltaje: narcotráfico, lavado de dinero, crimen organizado y violencia extrema. Traslado de película… pero sin boletos de regreso.
