Cada año, el 5 de mayo marca una fecha significativa en la historia de México: la conmemoración de la Batalla de Puebla de 1862, en la que el ejército mexicano, al mando del General Ignacio Zaragoza, derrotó a las fuerzas francesas, consideradas en ese entonces una de las más poderosas del mundo.
Aunque no es un día festivo nacional en México, excepto en Puebla, donde sí se realizan desfiles y actos cívicos, el 5 de mayo ha cobrado una relevancia cultural mucho mayor fuera de las fronteras mexicanas, particularmente en Estados Unidos.
La Batalla de Puebla no significó el fin de la intervención francesa, pero sí se convirtió en un símbolo de resistencia y unidad nacional. En palabras del historiador Javier García Rodríguez, “fue una victoria moral que fortaleció la identidad del México republicano frente a las potencias extranjeras”.
En Puebla, el evento se conmemora con un desfile militar y representaciones teatrales del combate, donde participan estudiantes, actores y fuerzas armadas. Es una ocasión para reflexionar sobre el valor del patriotismo y la soberanía.
La expansión del 5 de mayo en Estados Unidos
Paradójicamente, mientras en gran parte de México el 5 de mayo pasa casi desapercibido, en Estados Unidos se ha transformado en una celebración a gran escala de la cultura mexicana y méxico-americana.
Ciudades como Los Ángeles, Chicago, Houston y Nueva York celebran con desfiles, conciertos, ferias gastronómicas y festivales donde el mariachi, el tequila y los trajes típicos son protagonistas. Las calles se llenan de banderas mexicanas, y tanto mexicanos como estadounidenses participan de la fiesta.
Esta efusiva celebración tiene sus raíces en la comunidad chicana del siglo XX, que adoptó la fecha como un símbolo del orgullo étnico y la resistencia ante la discriminación. Con el tiempo, el 5 de mayo también fue promovido comercialmente, especialmente por marcas de cerveza y restaurantes.
Según un estudio del Pew Research Center, más del 60% de los estadounidenses reconocen el 5 de mayo como una fecha cultural importante, aunque muchos desconocen su origen histórico.
Hoy, el 5 de mayo es un puente entre la historia de México y la identidad de millones de personas de ascendencia mexicana en Estados Unidos. Mientras en Puebla se honra la memoria de una batalla, al norte del Río Bravo se celebra la vitalidad de una comunidad que ha aportado enormemente a la sociedad estadounidense.
