El pasado sábado 9 de noviembre, un ataque armado en el bar “Los Cantaritos”, ubicado en la Avenida Circunvalación de Querétaro, dejó un saldo de diez personas muertas y al menos trece heridas. Entre las víctimas se encuentra Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, de 31 años, presunto integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y señalado como el principal objetivo de la agresión, según fuentes federales de seguridad.
De acuerdo con reportes, González Núñez estaba relacionado con actividades de robo de hidrocarburos y era conocido por realizar reclutamientos de sicarios a través de sus redes sociales, donde ofrecía pagos semanales a quienes tuvieran experiencia en el uso de armas de fuego. En varias de sus publicaciones, “La Flaca” aparecía portando chalecos tácticos con las siglas del CJNG, lo cual lo vinculaba públicamente con la organización criminal.
El ataque en “Los Cantaritos” fue ejecutado por un grupo armado que irrumpió en el lugar y abrió fuego indiscriminadamente, provocando la muerte de siete hombres y tres mujeres, mientras que otras trece personas resultaron heridas, de las cuales dos permanecen en estado grave. Testigos y autoridades locales informaron que los agresores huyeron en una camioneta, la cual fue posteriormente hallada incendiada en el municipio de El Marqués, aledaño a la capital queretana.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este lunes en su conferencia matutina que el ataque iba “dirigido contra una persona”, sin precisar si se trataba de un miembro de alguna organización delictiva. No obstante, aseguró que, desde que se tuvo conocimiento del incidente, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, estableció comunicación con el gobernador Mauricio Kuri para coordinar el apoyo de las Fuerzas Armadas en la investigación.
Las autoridades estatales y federales mantienen un operativo en el área, en un esfuerzo conjunto para reforzar la seguridad tras el violento episodio. El alcalde de Querétaro, Felipe Fernando Macías, anunció el día de ayer un plan para supervisar de manera continua bares, antros y sitios concurridos, además de implementar retenes vehiculares y operativos de revisión de manera aleatoria, con el fin de prevenir futuras incidencias de esta magnitud en la entidad.
Querétaro, un estado considerado en el pasado como una de las entidades más seguras del país, ha visto un aumento en los índices de violencia, especialmente por su colindancia con Guanajuato, territorio en disputa entre al menos tres organizaciones criminales: el CJNG, el Cártel de Santa Rosa de Lima y el Cártel de Sinaloa. Este contexto de conflicto ha intensificado la presencia de células delictivas y derivaron en eventos de alto impacto, como el registrado en “Los Cantaritos”.
Este incidente encendió las alarmas entre las autoridades locales, que subrayaron la necesidad de cooperación entre los tres niveles de gobierno para devolver la calma a la región y detener la expansión de la violencia.