El delegado del IMSS en Tamaulipas, José Luis Aranza Aguilar, fue detenido este martes por elementos armados de la Guardia Estatal, en un operativo que dejó más preguntas que respuestas. El funcionario, recién llegado del IMSS Hidalgo en noviembre pasado, fue interceptado en pleno centro de Ciudad Madero, mientras viajaba de copiloto en una camioneta Ram con placas del Estado de México.
De acuerdo con versiones preliminares, Aranza y su chofer, Jesús Adrián Sánchez Maldonado, fueron detenidos a las 11:50 horas por al menos seis agentes, presuntamente por no respetar un alto. Sin embargo, imágenes y videos difundidos en redes muestran a ambos siendo esposados y sometidos.
Extraoficialmente se reportó que en la revisión los policías hallaron una pistola sin permiso en posesión del delegado, además de un maletín con 3 millones de pesos cuya procedencia no fue aclarada. Pese a ello, ambos hombres fueron liberados un par de horas después, presuntamente tras ser trasladados a la Fiscalía General de la República. Ninguna autoridad dio un reporte formal inmediato.
No fue sino hasta las 18:01 horas que la Vocería de Seguridad del Gobierno de Tamaulipas publicó una versión oficial en redes sociales. En ella, el Gobierno morenista reconoció por nombre a Aranza, aunque omitió su cargo, y calificó el hecho como una revisión voluntaria porque la camioneta coincidía con las características de un vehículo reportado.
Contrario a las evidencias visuales y a los reportes extraoficiales, el comunicado estatal aseguró que no se halló ningún indicio de delito, por lo que los ocupantes fueron liberados.
Sin embargo, el IMSS contradijo esa versión casi al mismo tiempo: confirmó la detención de su delegado, pero aseguró que fue liberado tras no encontrarse armas, dinero u otro elemento constitutivo de delito.
El paradero del delegado sigue siendo incierto. En la sede del IMSS en Ciudad Victoria, su secretaria negó que se encontrara ahí. Aranza ha protagonizado una reestructuración interna desde su llegada, con remociones de funcionarios y subdelegados.
La opacidad de los hechos y la falta de coordinación entre las versiones oficiales abre dudas sobre lo que realmente ocurrió y lo que llevaba el delegado en esa camioneta.
