Opinión Por: David Olivo
A favor de la equidad
Este primero de septiembre, las y los diputados federales electos para la LXVI Legislatura iniciarán el primer periodo de sesiones ordinarias, cuestión por la cual ha circulado en la agenda pública las distintas posturas acerca de la sobrerrepresentación que quieren conformar en la Cámara de Diputados el bloque oficialista conformado por Morena, PT y PVEM. Algunas de esas posturas, como la de un servidor, coincide que de concretarse una sobrerrepresentación (que además se haría con un trasvase indebido de votos y violando la Constitución), vulnera el principio de división de poderes que caracteriza a todas las democracias.
Pero por estar centrados en la sobrerrepresentación, no debemos de olvidarnos de otras iniciativas de reformas constitucionales propuestas por el actual presidente de México que habrán de ser debatidas en el pleno al arrancar el primer periodo legislativo. En lo personal, considero que algunas de ellas podrían ser benéficas para las y los mexicanos, siempre y cuando sí sean articuladas estratégicamente para paliar la desigualdad, favorecer la equidad y no solamente para beneficiar a una base electoral. Me permito compartirles algunas.
Una de las iniciativas sugiere que se modifique el artículo 123 constitucional, a fin de que el Estado garantice la entrega de una pensión no contributiva, a personas con discapacidad permanente menores de 65 años, y a partir de los 65 años en adelante, así como reducir de 68 a 65 años la edad para tener acceso a la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores. Actualmente, el Paquete Económico que fue autorizado para 2024 contempla para el programa de Pensión para Adultos Mayores 465 mil 48 MDP, para la Pensión para Personas con Discapacidad 27 mil 860 MDP, mientras que el IMSS Bienestar tendrá un presupuesto de 129 MDP de pesos en 2024. Habría que examinar con cuidado que no solo que puedan cubrirse los requerimientos para las y los beneficiados, sino que se distribuya uniformemente según el Paquete Económico y que no perjudique a otros sectores en un futuro que también necesitan urgentemente de la protección del Estado para progresar como lo son los jóvenes que buscan crecer en el ámbito de la ciencia o la cultura.
Destaca también la iniciativa que busca reformar el artículo 4 en aras de que se brinde atención médica integral, universal y gratuita como parte del derecho a la protección de la salud. Respecto a esta iniciativa creo deben de considerarse el modelo diseñados y los grandes logros que han concretado los gobiernos de los estados de Jalisco y Nuevo León, ambos gobernados por gobernadores del partido Movimiento Ciudadano, que han dado grandes pasos para brindar atención universal a sus habitantes, siendo incluso pioneros en tratamientos a mujeres y niñas y niños con cáncer.
De igual forma hay otras iniciativas que tienen que seguirse analizando y debatiendo, pero que parece que sí pueden ayudar a mejorar las condiciones de vida e igualdad en México, como la que reforma, adiciona y deroga el artículo 2 en materia de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas a fin de garantizar que sean sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propios, reconociendo sus sistemas normativos.
Despuntan también las iniciativas del mismo artículo 123 en materia de salarios a fin de establecer que su fijación anual nunca esté por debajo de la inflación observada durante el periodo de su vigencia, así como que las y los maestros de nivel básico de tiempo completo, policías, guardias nacionales, integrantes de la Fuerza Armada permanente, médicos y enfermeros, perciban un salario mensual que no será inferior al salario promedio registrado ante el IMSS de 16 mil 777 pesos en 2023 y apoyar a las personas jóvenes que se encuentren en una etapa de desocupación laboral con un apoyo económico mensual equivalente de al menos un salario mínimo general vigente. En general parece positivo, siempre y cuando las reglas de operación sean claras y se evite la opacidad y el despilfarro.
Hay condiciones que naturalmente sitúan a las personas en situación de desventaja, hablando en términos de probabilidad, por ejemplo, quienes no nacieron en una familia con suficientes recursos económicos tienen una menor probabilidad de acceder a mejores instituciones educativas y de salud, cuestiones básicas para nuestro desarrollo, cuestión en la que tiene razón el discurso que ha tenido el oficialismo. Sin embargo, no por ello se deben de tomar la ligera “los comos” se concretará el camino para un México más equitativo… o menos desigual.
Si bien la pobreza laboral en México se redujo 1.9 puntos porcentuales en un año, de acuerdo con el informe del primer trimestre de 2024 del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), aun las fuerzas políticas tienen que seguir sumando esfuerzos para cambiar la triste realidad de que casi 4 de cada 10 mexicanos no puedan comprar la canasta básica de alimentos. Esperemos que, con buen análisis crítico y consensos, se puedan trabajar las iniciativas que realmente vayan a beneficiar a las y los mexicanos.
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