Los bancos de inversión están reduciendo sus previsiones de crecimiento para China, creyendo que Beijing corre el riesgo de no alcanzar su objetivo oficial de aproximadamente el 5% de crecimiento económico, debido a la debilitación de la confianza en la segunda economía más grande del mundo.
Bank of America redujo su pronóstico del 5% al 4.8%, y el banco de inversión canadiense TD Securities bajó su previsión del 5.1% al 4.7%. Estos recortes siguieron a una reducción de UBS la semana anterior, sumándose a una serie de reducciones similares durante el verano.
Los economistas de Citi advirtieron esta semana que el objetivo oficial de crecimiento de Beijing —el más bajo en décadas, fijado en “alrededor del 5%”— “podría estar en riesgo”, lo que aumenta las preocupaciones sobre la trayectoria de la economía china mientras los responsables políticos luchan con una desaceleración prolongada del sector inmobiliario y la débil confianza de los consumidores e inversores.
El pronóstico mediano para el crecimiento del PIB anual, recopilado por Bloomberg de decenas de economistas, ha disminuido a 4.8%, en comparación con el 4.9% de mediados de agosto. El año pasado, el PIB de China creció un 5.2%, cumpliendo con las previsiones.
Los analistas de Bank of America señalaron que el motor de crecimiento de China estaba “deteriorándose” en los segundo y tercer trimestres, y agregaron que la economía “sigue luchando con un problema de confianza”.
Durante décadas, el crecimiento del PIB de China superaba fácilmente el objetivo del gobierno, que se anunciaba en una reunión del parlamento a principios de cada año. Sin embargo, tras la pandemia de COVID-19, esta cifra ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor.
El débil crecimiento del segundo trimestre del 4.7% en julio desencadenó una serie de recortes de pronósticos. Goldman Sachs, Citi y Barclays redujeron sus objetivos de crecimiento anual en julio del 5% al 4.9%, 4.8% y 4.8%, respectivamente. JPMorgan espera un crecimiento del 4.6%.
UBS también revisó a la baja su pronóstico de crecimiento, proyectando un 4.6% para 2024 y solo un 4% para 2025, citando una “caída más profunda de lo esperado en el sector inmobiliario” y su impacto en el consumo doméstico. Ning Zhang, economista senior de UBS, señaló que “el crecimiento sigue siendo una prioridad, pero probablemente no tan importante como en el pasado”.
Antes de la publicación de los datos económicos y de inflación de agosto, Citi indicó que China sufrió una “doble sacudida de choques climáticos y débil demanda”, destacando una contracción del 8.5% en la producción de acero, que se amplió desde el 5.3% de julio.
La caída de confianza y el pesimismo generalizado están empujando a los bancos de inversión a prever que China podría no cumplir con su objetivo de crecimiento nuevamente, como ocurrió en 2022, cuando la economía creció solo un 3% frente a un objetivo del 5.5%.