El S&P 500 cayó este viernes, marcando su peor semana desde marzo de 2023, mientras los inversores evaluaban las repercusiones de un débil informe de empleo de agosto y abandonaban las principales acciones tecnológicas. El índice amplio descendió un 1.73% para cerrar en 5,408.42, mientras que el Nasdaq Composite se desplomó un 2.55%, terminando en 16,690.83, lo que lo deja más de un 10% por debajo de su récord. Por su parte, el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 410.34 puntos, o un 1.01%, hasta los 40,345.41.
Este movimiento refleja el creciente nerviosismo entre los inversores ante señales de desaceleración en el crecimiento económico. El informe de empleo de agosto mostró que las nóminas no agrícolas crecieron en solo 142,000 puestos, por debajo de las 161,000 esperadas. Aunque la tasa de desempleo bajó al 4.2%, cumpliendo con las previsiones, la debilidad en la creación de empleo ha desatado temores sobre el enfriamiento de la economía. Esto ha dejado a los mercados en una posición incierta, sin saber si interpretar estos datos negativos como una señal para que la Reserva Federal actúe más agresivamente o como un motivo para la cautela.
“El mercado está oscilando entre la idea de si las malas noticias son realmente malas o si podrían impulsar a la Fed a intervenir con mayor fuerza”, comentó Emily Roland, co-jefa de estrategias de inversión en John Hancock Investment Management.
Este entorno de incertidumbre llevó a una venta masiva de acciones tecnológicas, particularmente en las de grandes empresas. Amazon cayó un 3.7%, mientras que Alphabet bajó un 4% y Meta Platforms perdió más del 3%. Broadcom sufrió una fuerte caída del 10% debido a unas previsiones decepcionantes para el trimestre en curso. Las acciones de semiconductores también se vieron afectadas, con Nvidia y Advanced Micro Devices cayendo aproximadamente un 4% cada una. El ETF de Semiconductores VanEck (SMH) retrocedió un 4%, registrando su peor semana desde marzo de 2020.
En total, el S&P 500 tuvo una caída del 4.3% en la semana, la peor desde principios de 2023. El Nasdaq, por su parte, sufrió una pérdida del 5.8%, la más grave desde 2022, mientras que el Dow también cayó un 2.9%, reflejando una fuerte aversión al riesgo en los mercados.
El débil informe de empleo de agosto ha avivado las preocupaciones sobre la economía estadounidense y las próximas decisiones de la Reserva Federal. Los inversores esperan mayoritariamente un recorte de tasas de al menos un cuarto de punto porcentual en la próxima reunión de política monetaria del banco central. Sin embargo, el debilitamiento del mercado laboral ha aumentado las apuestas de que la Fed podría optar por un recorte mayor, de medio punto.
Charles Ashley, gerente de portafolios en Catalyst Capital Advisors, señaló que “el mercado está buscando dirección, y esa claridad probablemente vendrá con la próxima decisión de la Fed”.
Mientras tanto, es probable que la incertidumbre entre los inversores persista, especialmente con la presión sobre el sector tecnológico y el aumento de las preocupaciones sobre la estabilidad económica. Con la decisión de la Fed en el horizonte, las próximas semanas serán clave para determinar si la reciente caída del mercado es el inicio de un desplome mayor o una reacción temporal a los vientos económicos en contra.