El futuro político del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, parece estar en un punto de inflexión. Según el periódico The Globe and Mail, el líder del Partido Liberal habría comunicado a algunos de sus asesores más cercanos su intención de anunciar su dimisión en los próximos días. La noticia ha sacudido la escena política canadiense, pues Trudeau, que ha sido el rostro del país durante los últimos años, se enfrenta ahora a una creciente presión tanto interna como externa.
Trudeau, cuya popularidad ha sufrido un desplome en las encuestas, se encuentra en una situación de fragilidad política debido a una serie de factores. El primero de ellos es una revuelta interna en su propio Partido Liberal, que parece estar perdiendo la confianza en su liderazgo.
La fuente del periódico también señala que el primer ministro podría dejar el cargo antes del próximo miércoles, 10 de enero, día en que está previsto un encuentro crucial del grupo parlamentario liberal. En esa reunión, se espera que se haga evidente la pérdida de apoyo que Trudeau ha experimentado entre los diputados de su partido, lo que podría forzar su salida, posiblemente para evitar una humillación pública si su dimisión es rechazada en pleno por sus propios compañeros.
El contexto en el que se encuentra Trudeau es cada vez más complejo. La imagen del primer ministro ha sufrido un notable deterioro en los últimos meses, en gran parte debido a la creciente crisis económica que enfrenta Canadá. El fuerte incremento del costo de la vida, la escasez de viviendas asequibles y el deterioro de los servicios públicos son algunos de los problemas que los canadienses han señalado en diversas encuestas, que muestran una caída abrupta en el apoyo popular a su gobierno.
Además, el Partido Liberal de Trudeau se encuentra en una situación política complicada, pues actualmente gobierna en minoría desde las elecciones generales de 2021, gracias al apoyo del Nuevo Partido Democrático (NPD). Sin embargo, el clima de inestabilidad ha llevado a los tres principales partidos de oposición a unirse para apoyar una moción de censura que busca derribar al gobierno y convocar elecciones anticipadas. La moción no podrá avanzar hasta el 27 de enero, cuando se reanuden las sesiones del Parlamento, luego del receso navideño.
El golpe más reciente a la administración de Trudeau fue la inesperada dimisión de la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, el pasado 16 de diciembre. Freeland, quien había sido considerada una de las figuras más cercanas a Trudeau, no solo dejó el cargo, sino que también lanzó duras críticas a las políticas económicas del primer ministro.
El futuro de Justin Trudeau está, por tanto, en juego. A medida que la oposición se alista para mover la moción de censura y las encuestas sigan siendo desfavorables, el primer ministro deberá tomar decisiones difíciles en los próximos días.
