Opinión Por: Manuel Alejandro Flores
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
La violencia intrafamiliar en Baja California ha ido en aumento en los últimos años. Según datos recientes, en 2023 se registraron 14,462 casos en el Estado, lo que representa un incremento del 9.89% con respecto a 2022 y del 16.15% en comparación con 2021.
Además, durante el primer bimestre de 2025, hubo un incremento del 27% en los casos en comparación con el mismo período del año anterior, con un total de 2,226 incidentes reportados. Los municipios con mayor incidencia son Mexicali y Tijuana. En los primeros meses de 2025, Mexicali reportó 872 casos, mientras que Tijuana registró 744. Ensenada también ha experimentado un alza preocupante en este delito. Se estima que el 99% de las víctimas son mujeres, niñas y adolescentes.
Para hacer frente a este problema, el gobierno estatal ha implementado programas como el Botón Morado y Puntos Naranja en Tijuana, además de la apertura de cinco nuevos juzgados especializados en violencia familiar en el estado, incluyendo uno en Ensenada. Parece no ser suficiente ya que, según los reportes oficiales, este es el único delito que ha tenido incrementos en el Estado. Pero, ¿cuál es la raíz del problema? Si bien es cierto, en la mayoría de los casos son los hombres quienes ejercen la violencia en el hogar, ¿qué motiva este tipo de conducta? Tengo 5 razones para el análisis:
- Una educación en casa centrada en el uso de violencia. Creer que un problema se resuelve gritando, insultando o ejerciendo el uso de la fuerza puede ser un modelo que aplique en muchas familias bajacalifornianas, sin embargo, no es funcional. Provocar miedo para que la conducta de la pareja o de los hijos sea en función de propósitos personales no es sostenible.
- Incremento en el estrés laboral. Es verdad que el mundo del trabajo es cada vez más exigente. La mayoría de las personas no se dedican a lo que les gustaría, es un privilegio en nuestros Estado quienes estudian una profesión y viven con alegría su vocación profesional. Justificar la violencia por problemas en el trabajo o presiones económicas es una salida cobarde que está ligada al siguiente punto.
- Falta de herramientas para resolver conflictos. El diálogo, la tolerancia y la inteligencia emocional son herramientas que deben inculcarse desde casa. Los padres de familia debemos discutir temas con un alto apego a esos valores: buscar los espacios adecuados para discutir, ser respetuosos entre nosotros evitando gritos o groserías, saber cuando guardar silencio para evitar que un conflicto crezca y construir acuerdos. Lo mismo aplica con los hijos, desde la conciencia de que somos los padres quienes los educamos y que ellos están en formación.
- Juegos de Poder en la vida matrimonial o de pareja. Este es tal vez el vicio que principalmente genera violencia física o verbal en las dinámicas en casa: querer que mi punto de vista prevalezca y que se haga mi voluntad. Uno de los fines del matrimonio es la complementariedad, la gente nos casamos no por ser iguales en forma de ser, sino porque la relación entre hombre y mujer es virtuosa por que la psicología de uno y de otra es distinto y esto abona a que se encuentren soluciones desde dos perspectivas distintas.
- Falta de formación para ser padre/madre de familia. Finalmente, el gran pretexto del violentador de menores: “nadie me preparó para ser padre”. Es responsabilidad de cada padre de familia procurarse la formación que necesita, desde lecturas, cursos, escuelas para padres o cualquier otro medio a su alcance para hacer mejor su trabajo. No hay misión más importante para quien decide ser padre que educar bien a sus hijos. Si hay caminos para una buena educación con límites y consecuencias y no debemos sentirnos agobiados ante este reto.
A manera de conclusión. Ejercer violencia en casa es el origen de la violencia en la calle. Si en casa no se vive sobre la base del ejemplo de dialogar, saber discutir y llegar a acuerdos no esperamos que en las primarias, secundarias o prepas de Baja California los conflictos se resuelvan así.
Es nuestro deber dar un buen ejemplo en ese sentido y es deber del gobierno tener todos los canales abiertos para que quien sufra violencia en casa pueda presentar una denuncia y que ésta le permita seguridad y justicia en el tránsito de las investigaciones correspondientes.
* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Enboga.
