Después de 17 años de lucha legal, el escritor italiano Roberto Saviano obtuvo justicia este miércoles, cuando un tribunal de Nápoles condenó a dos integrantes de la Camorra —la temible mafia napolitana— por amenazarlo de muerte en 2008. Los acusados, Francesco Bidognetti, exjefe del clan Casalesi de la Camorra, y su abogado Michele Santonastaso fueron sentenciados por amenazas agravadas con métodos mafiosos proferidas en 2008 contra Saviano y la periodista Rosaria Capacchione. La sentencia fue de 18 meses de prisión para Bidognetti, quien ya cumple cadena perpetua por otros crímenes, y 14 meses para Santonastaso.
Saviano, autor del explosivo libro Gomorra (2006), que expone los crímenes y el poder de la Camorra, no pudo contener las lágrimas al escuchar el veredicto. “Me han robado la vida, y yo me la he dejado robar”, declaró entre sollozos frente al tribunal. Desde la publicación de su obra, el escritor ha vivido bajo escolta policial y en un exilio forzado, cambiando constantemente de residencia para evitar represalias.
Gomorra: el libro que lo cambió todo
Gomorra no es solo un best-seller internacional traducido a más de 50 idiomas; es un brutal reportaje novelado que desnuda el funcionamiento de la Camorra: su control sobre el narcotráfico, la construcción y hasta la moda en Italia. Saviano, quien creció en la región de Campania, documentó con nombres y apellidos las redes mafiosas, lo que desató una ola de intimidaciones en su contra.
El éxito del libro —llevado al cine y la televisión— lo convirtió en un símbolo de la resistencia antimafia, pero también en un blanco. “Durante años, he tenido que vivir como un fantasma”, confesó Saviano en una entrevista reciente.
Una victoria agridulce
Aunque la sentencia marca un hito, el autor subrayó que la justicia llega tarde: “No me devuelve los años perdidos, la libertad arrebatada”. Su abogado, Antonio Nobile, celebró el fallo pero advirtió que las amenazas persisten: “La mafia no olvida”.
El periodista y escritor también declaró: “He odiado a Bidognetti y a su abogado, pero también a mí mismo por no alejarme de esta locura”, admitió. También advirtió acerca del periodismo contra las mafias: “La Camorra teme a quienes cuentan la verdad”. Y recomendó a periodistas que cubren esta fuente que: “No lo hagan solos”, hay que “hacer red”.
El caso pone sobre la mesa la libertad de los periodistas y el riesgo que corren al cubrir temas relacionados con mafias, por lo que es indispensable que los estados pongan especial atención y protección para este sector.
