La noche más esperada por los fanáticos del metal llegó: Ozzy Osbourne, leyenda viviente del rock y figura central de Black Sabbath, ofreció su último concierto en solitario y con la icónica banda que redefinió el heavy metal desde su nacimiento en 1968.
El espectáculo, titulado Back To The Beginning, se celebró en el estadio de fútbol del Aston Villa, en Birmingham, ciudad natal de Osbourne y cuna del metal. Ante miles de seguidores, el llamado “Príncipe de las tinieblas” demostró que, a sus 76 años, sigue siendo un frontman insustituible, entregando un show lleno de potencia, nostalgia y emoción.
¡Sencillamente hermoso! 😭
— metaltower.net (@themetaltower) July 5, 2025
Ozzy Osbourne canta por última vez Mr. Crowley ante el público del Villa Park en Birmingham. pic.twitter.com/mKPLvljpxt
Después de la presentación de Metallica, Ozzy hizo una entrada espectacular: surgió desde el subsuelo del escenario, elevado por una plataforma mientras sonaba O Fortuna de Carl Orff. Sentado en un trono negro, vestido con su característico atuendo oscuro, saludó a la multitud con los brazos en alto y una expresión visiblemente emocionada. El concierto incluyó una selección de temas de su carrera en solitario, como:
- I Don’t Know
- Mr. Crowley
- Suicide Solution
- Mama, I’m Coming Home
- Crazy Train
El momento más emotivo
Durante su intervención, Ozzy se dirigió al público con la voz entrecortada:
“Se siente tan bien estar en este escenario… No tienen idea de cómo me siento. Gracias, de todo corazón”, dijo visiblemente conmovido.
La emoción se desbordó al interpretar Mama, I’m Coming Home, mientras el público coreaba la letra con lágrimas en los ojos. Fue uno de los momentos más emotivos del evento, tanto para Osbourne como para sus seguidores que lo acompañaron presencialmente y a través de la transmisión mundial.
For the next generations: tell your children who was Ozzy Osbourne, The Prince of Darkness. pic.twitter.com/8vyzgrB5nO
— 🎸 Rock History 🎸 (@historyrock_) July 6, 2025
Un regreso simbólico a casa
La elección de Birmingham como sede del concierto final no fue casual. Como explicó su esposa Sharon Osbourne, “Birmingham es una ciudad que significa mucho para Ozzy. En lo que respecta a la música heavy metal, la formación de Black Sabbath y su amor por el Aston Villa, todo empezó aquí.”
El concierto no solo marcó el final de una era para el heavy metal, sino también el cierre de un ciclo personal para Osbourne, quien había estado alejado de los escenarios desde 2020 tras revelar que padecía Parkinson.
A pesar de su retiro de los conciertos, Ozzy deja un legado imponente y una influencia imposible de igualar en la historia del rock y el metal. Su voz, presencia y espíritu rebelde seguirán vivos en cada riff de guitarra pesada y cada fan que alguna vez encontró refugio en su música.