La disputa entre Paulina Rubio y su exesposo, Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera, sumó un nuevo e impactante capítulo. En la audiencia celebrada este lunes en Miami, la cantante aseguró que lleva más de un mes sin poder ver a su hijo Andrea Nicolás, de 14 años. Rubio acusó a Colate de “secuestrar” al menor desde su graduación el 5 de junio, argumentando que él se lo llevó sin su consentimiento e incluso “manipula” al joven, poniéndolo en su contra.
La audiencia, transmitida virtualmente ante una jueza en Florida, también contó con la presencia del propio Colate y su abogado, quienes refutaron categóricamente las acusaciones. Alegaron que el joven fue trasladado a la residencia de Paulina el pasado 2 de julio, pero ella no se encontraba allí. Como prueba, presentaron una foto del menor frente al domicilio.
Al cierre de la sesión, la jueza determinó dos medidas urgentes: Andrea Nicolás deberá continuar terapia psicológica y será devuelto a Paulina Rubio este mismo martes, según el régimen de visitas vigente; además, será la cantante quien se encargue de llevarlo y recogerlo en su campamento de verano en España, para evitar un posible retención unilateral en el extranjero.
Años de disputa legal
El conflicto entre Paulina y Colate se inició tras su separación en 2012. Desde ese momento, la custodia de su hijo se convirtió en un frente constante de batallas jurídicas: pasaportes retenidos, mudanzas controvertidas y órdenes de emergencia ya están acumuladas en el expediente de ambos.
- En marzo de 2025, Paulina presentó una denuncia exprés cuando su hijo fue recogido del colegio con anticipación por su padre, lo que le hizo temer un posible secuestro. La corte retiró temporalmente el pasaporte del menor por riesgo de salida del país.
- En mayo pasado, en otra audiencia en Miami, se señaló a la cantante por presuntamente haber golpeado al joven en un incidente relacionado con el retiro del celular. La niñera avisó a los servicios de emergencia, lo que derivó en recomendaciones de terapia familiar.
- En España también hay procedimientos activos: uno por el uso no autorizado del menor en una revista, y otro pendiente relacionado con comentarios tras el incidente físico .
Según el diario Infobae, ambos han presentado más de 50 demandas entre demandas de custodia, denuncias por pasaporte y supuestos malos tratos. El expediente judicial supera los 600 documentos, y los honorarios legales superan, al menos, los medio millón de dólares.
¿Qué sigue?
Ahora, la jueza ha emitido medidas inmediatas para proteger el bienestar del menor y evitar que Colate interfiera unilateralmente en los viajes escolares o su estancia en España. Queda pendiente aún la resolución sobre denuncias cruzadas —como la presunta agresión física y la autorización de fotografías—, tanto en Estados Unidos como en territorio español, donde podrían reactivar la investigación en cuanto Andrea pise territorio ibérico.
De esta manera, lo que empezó como un matrimonio en el paraíso de Xcaret en 2007, hoy se ha convertido en un prolongado pulso legal que atraviesa fronteras y medios. El caso de Andrea Nicolás está en el centro de esta vorágine mediática, y el último acto –la acusación de secuestro– deja claro que la batalla judicial entre Paulina Rubio y Colate está lejos de concluir.
