Una aparente “cachetada” en pleno aeropuerto internacional ha sacudido a los medios franceses y provocado una ola de especulaciones en redes sociales. El protagonista: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien tuvo que salir a aclarar lo que realmente ocurrió tras la viralización de un video que mostraba una curiosa interacción con su esposa, Brigitte Macron, momentos antes de desembarcar de un avión en Hanói, Vietnam.
El video, captado el domingo 25 de mayo por la agencia Associated Press, muestra al presidente dentro del avión presidencial francés, conversando en la cabina. De repente, dos brazos —con mangas rojas, coincidiendo con el atuendo que usaba su esposa— se extienden hacia él. Una mano cubre su boca y parte de la nariz, mientras la otra le tapa la mandíbula. Macron retrocede con una sonrisa y, al notar la presencia de cámaras, saluda a los presentes.
Las imágenes generaron un revuelo inmediato. El diario Le Parisien tituló: “¿Bofetada o ‘pelea’? Las imágenes de Emmanuel y Brigitte Macron desembarcando en Vietnam generan muchos comentarios”. Usuarios en redes sociales debatieron intensamente si se trataba de una agresión, una broma privada o simplemente un malentendido óptico.
The puppet president of France, Emmanuel Macron has been slapped in the face publicly by the creature masquerading as his wife. pic.twitter.com/PBQbxJSvwJ
— Alex Jones (@RealAlexJones) May 26, 2025
El mandatario no tardó en referirse al tema y desmentir cualquier tipo de conflicto con su esposa. “Estábamos más bien bromeando”, afirmó Macron ante la prensa, restando importancia al incidente y asegurando que la situación se ha magnificado hasta volverse “una especie de catástrofe geoplanetaria”.
El video completo muestra que, tras el supuesto “empujón”, Brigitte y Emmanuel Macron aparecen juntos en lo alto de la escalinata del avión. Aunque él le ofrece el brazo, ella lo rechaza suavemente y ambos descienden juntos por las escaleras alfombradas, sin señales de tensión visible.
Más allá del momento anecdótico, Macron aprovechó la ocasión para advertir sobre el poder —y el peligro— de las redes sociales en la era digital. “Estas imágenes y la reacción que han provocado son una advertencia sobre la desinformación. Todo se saca de contexto y se vuelve viral antes de verificar nada”, concluyó el presidente francés.