Un avión de la aerolínea Azerbaijan Airlines, un Embraer 190 de fabricación brasileña, se estrelló el miércoles cerca de Aktau, en el oeste de Kazajistán, dejando al menos 38 muertos y 29 sobrevivientes. La aeronave, que transportaba 62 pasajeros y cinco miembros de la tripulación, volaba en una ruta entre Bakú, la capital de Azerbaiyán, y Grozni, en la república rusa de Chechenia. Las autoridades kazajas han abierto una investigación, mientras se especula sobre posibles causas del desastre.
Rusia, por su parte, se apresuró a desmentir las hipótesis que apuntan a un posible derribo del avión, que sobrevolaba el Cáucaso ruso, una zona recientemente afectada por un ataque con dron. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, instó a esperar los resultados oficiales de la investigación y advirtió contra la formulación de “hipótesis” antes de obtener conclusiones definitivas.
La versión inicial de Azerbaijan Airlines, que señalaba que una bandada de pájaros había golpeado el avión, fue retirada poco después de ser divulgada. Sin embargo, expertos en aviación y militares comenzaron a señalar los agujeros visibles en el fuselaje del avión como posible indicio de un derribo. Yuri Podoliaka, un experto militar ruso, sugirió que los daños podrían haber sido causados por un misil antiaéreo.
El Ministerio de Salud de Kazajistán también mencionó la “explosión de un globo” a bordo de la aeronave, aunque no ofreció más detalles al respecto. Además, las autoridades kazajas abrieron una investigación por posibles violaciones de las normas de seguridad y explotación del transporte aéreo.
Según el servicio de rastreo Flightradar24, el avión se desvió de su ruta habitual antes de empezar a volar en círculos en la zona donde finalmente se estrelló. La tragedia dejó 38 muertos y 29 sobrevivientes, entre ellos tres niños, quienes fueron hospitalizados. Se espera que algunos de los sobrevivientes, incluidos 12 pasajeros, regresen a Azerbaiyán en los próximos días.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, decretó un día de duelo nacional este jueves en honor a las víctimas, luego de interrumpir una visita oficial a Rusia. Mientras tanto, en la localidad cercana al lugar del accidente, residentes como Elmira ayudaron a los sobrevivientes, quienes, según su relato, estaban cubiertos de sangre y pidiendo auxilio.
