La indignación y el dolor por la muerte de los menores Gael y Alexander, víctimas de un ataque a balazos en Culiacán, desbordaron las calles la mañana de este jueves.
Cientos de manifestantes, en su mayoría familiares y ciudadanos enfurecidos por la violencia descontrolada en la ciudad, marcharon desde el centro de Culiacán hasta el Palacio de Gobierno, donde exigieron una reunión con el gobernador Rubén Rocha Moya.
Al llegar al edificio gubernamental, la protesta se tornó violenta cuando los inconformes, al grito de “¡Narcogobernador!”, irrumpieron en el Palacio. Los manifestantes rompieron cristales y causaron destrozos en las instalaciones, como respuesta a la negativa de los guardias de permitirles el acceso al tercer piso, donde se encuentra la oficina del gobernador.
— Buzos de la Noticia (@BuzosNoticias) January 23, 2025
#Urgente | Indignados y cansados de la narcoviolencia, habitantes de Culiacán entraron por una pared al Palacio de Gobierno de Sinaloa para exigir justicia por el asesinato de los niños Gael y Alexander y su padre.
Buscaban al gobernador Rubén Rocha calificándolo de “asesino”. pic.twitter.com/g5v3ptlV5d
En su intento por ingresar por la fuerza, los protestantes causaron daños en las paredes de la oficina de Rocha Moya.
¿QUÉ DICE LA MADRE?
La madre de Gael y Alexander fue recibida por el subsecretario de Gobierno, Rodolfo Jiménez López, en una reunión privada que, hasta el momento, continúa en curso.
La tragedia que desató la manifestación ocurrió el 19 de enero, cuando Antonio, junto con sus tres hijos, fue atacado por hombres armados en un intento de robo de vehículo. Antonio perdió la vida en el lugar, Gael falleció horas después, y Alexander murió el martes pasado. Adolfo, otro de los hijos, resultó gravemente herido, pero se reporta estable tras ser intervenido en el ISSSTE.
Este ataque es atribuido a la guerra interna entre facciones del Cártel de Sinaloa, “La Chapiza” y “La Mayiza”, que ha sumido a Culiacán en un clima de violencia desde septiembre del 2024.
Los manifestantes exigen justicia por la muerte de los niños, mientras la ciudadanía de Sinaloa reclama medidas más contundentes ante la creciente inseguridad en la región.
