Francisco Estrada Correa, Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), defendió este lunes a Rosario Piedra Ibarra, presidenta actual de la CNDH, ante lo que calificó como un “escándalo mediático y renovada guerra sucia” en su contra.
Piedra, quien busca la reelección para continuar al frente de la institución, enfrenta duras críticas y cuestionamientos sobre la legitimidad de su candidatura, agravados por la aparición de una presunta carta falsa presentada a nombre del obispo emérito Raúl Vera.
Estrada Correa emitió un comunicado el día de ayer 11 de noviembre a través de la cuenta oficial de la CNDH en X (antes Twitter), en el cual aclaró que Piedra Ibarra “nada tiene que ver con la carta ni con ninguna otra” que haya sido presentada al Senado en apoyo a su reelección.
En el texto “a la opinión pública”, el Secretario Ejecutivo señaló que la documentación apócrifa denunciada por Vera fue recibida “de una persona cuya identidad me reservo”, afirmando su confianza en la honorabilidad de la fuente.
Hay 'bronca' en Morena por la reelección de Rosario Piedra en la CNDH: un grupo minoritario la apoya, mientras que otros apoyan a Nashieli Ramírez, quien estuvo en la Comisión de la CDMX, y también hay apoyo a Paulina Hernández Diz. #PorLaMañana pic.twitter.com/1uJTAHlhxX
— Grupo Fórmula (@Radio_Formula) November 12, 2024
La carta en cuestión, supuestamente de respaldo al proyecto de Piedra Ibarra, fue desmentida públicamente por Vera, quien aseguró no haberla emitido, un hecho que ha provocado polémica. Estrada subrayó que ha presentado su testimonio ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para esclarecer los hechos, argumentando que esto permitirá que “salga la verdad” y evitar que esta controversia se utilice como argumento para desacreditar la candidatura de Piedra.
El incidente con la carta apócrifa coincide con el hecho de que Piedra Ibarra ha sido calificada como la peor aspirante en el proceso de selección, lo cual ha generado cuestionamientos sobre su inclusión en la terna final. Según algunos detractores, su permanencia en la lista de candidatas se debe exclusivamente a “criterios políticos” y no a una evaluación objetiva de sus méritos o capacidades.