Opinión Por: Yesenia Valdez
Habemus…
El fallecimiento del Papa Francisco y el nombramiento del nuevo Papa León XIV han generado durante estas recientes semanas un gran interés y expectación en todo el mundo ya que indudablemente como líder espiritual de la Iglesia Católica, el Papa tiene un impacto significativo en la vida de millones de personas en todo el mundo.
El Papa Francisco fue conocido por su dirección hacia la justicia social y su compromiso con los más desamparados. Su liderazgo ha sido visto como un intento de modernizar la Iglesia Católica y hacerla más relevante para el mundo contemporáneo. Su enfoque en la protección del medio ambiente y su llamado a la acción climática han sido particularmente influyentes en la discusión global sobre el cambio climático, así como en los temas para promover la apreciación del empoderamiento de las mujeres en todos los ámbitos destacando su importancia en la sociedad y también dentro de la iglesia; estos temas enmarcaron su pontificado como es característico de los valores Jesuitas del Papa Francisco dedicados a difundir el mensaje de la fe y promover la justicia y la solidaridad, además del plano educativo como una de las actividades también más destacadas de los jesuitas, con más de 950 centros educativos en alrededor de 69 países.
Definitivamente cada pontificado representa un liderazgo para guiar y dirigir en cuestiones de fe, moral y gobierno con un impacto de dirección y guía significativo en millones de personas que puede estar marcado por cambios o reformas y a veces continuidades en los temas no solo de fe y moral, sino también de gobierno y de representaciones diplomáticas.
La Iglesia Católica tiene una presencia global y puede jugar un papel importante en la promoción de la justicia social y la protección de los derechos humanos, será interesante ver el desarrollo de este nuevo Pontificado respecto a los temas sociales más resonantes de estos días atravesando desafíos como la promoción al desarrollo de la igualdad de género y la protección de los derechos de los migrantes y refugiados. Desde el nombramiento del Papa León XIV se marca un cambio en la dirección de la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost con Nacionalidad Peruana por muchos años de su labor en ese País, fué miembro de la Orden de San Agustín y ejerció en comunidades del norte del Perú donde más adelante fue obispo de Chiclayo, designado por el Papa Francisco.
Nativo de la Ciudad de Chicago en Estados Unidos de América, representa un liderazgo que puede ser visto como una oportunidad para continuar con el camino de la justicia social y la protección de los derechos humanos, al tener la valoración de América Latina uniendo lazos que cruzan fronteras y se unen en lo que hoy representara para todo el mundo desde el Vaticano para fortalecer la relación entre la Iglesia y las otras naciones, pues con independencia a las diferentes culturas del mundo la Iglesia Católica es una institución muy influyente para enfrentar desafíos de estos tiempos. En resumen, con el nombramiento del Papa León XIV, el inicio de un nuevo Pontificado es un acontecimiento importante que siempre ha tenido un impacto significativo en la Iglesia Católica y en la sociedad en general.
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