La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos alertó el 3 de septiembre de 2024 sobre un ambiente de temor generalizado en Venezuela, tras la orden de arresto emitida contra Edmundo González, el principal candidato de la oposición en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Las autoridades venezolanas lo acusan de falsificación de documentos, luego de que publicara encuestas que lo posicionaban como ganador de los comicios, en contraposición al resultado oficial que declaró la reelección de Nicolás Maduro.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por la situación y recordó que “nadie debe ser sometido a arresto o detención arbitraria”. Stephan Dujarric, portavoz de Guterres, instó a las autoridades venezolanas a respetar los derechos humanos y a resolver la controversia electoral de manera pacífica, enfatizando que tanto los líderes políticos como sus seguidores deben rechazar la violencia y evitar discursos incendiarios.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU también se pronunció a través de su portavoz, Ravina Shamdasani, quien denunció que las personas en Venezuela están siendo detenidas por ejercer su derecho a la participación política, la libertad de expresión y la libertad de reunión. Shamdasani señaló que el clima de miedo imperante refleja la represión estatal ante las manifestaciones por el resultado de las elecciones, en las cuales la oposición ha exigido la publicación detallada de los votos por casilla para transparentar el proceso.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó a Nicolás Maduro como ganador de los comicios, pero hasta ahora no ha divulgado los resultados oficiales por casilla, lo que ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Un Panel de Expertos de la ONU, que fue desplegado en el país durante las elecciones, indicó que el CNE no cumplió con los estándares de transparencia ni con las disposiciones legales establecidas para el proceso electoral.
Las protestas desatadas tras las elecciones han sido violentamente reprimidas por el Estado, según la Misión de Investigación de la ONU para Venezuela. Desde el 28 de julio, se han registrado al menos 23 muertes, la mayoría a causa de armas de fuego, en el contexto de las movilizaciones. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, también expresó su preocupación por las más de 2400 detenciones ocurridas en este periodo.
Ante la creciente represión, la ONU continúa instando a las autoridades venezolanas a tomar medidas en conformidad con las leyes internacionales de derechos humanos y a garantizar un proceso transparente que permita resolver la disputa electoral sin recurrir a la violencia.
Con información de Noticias ONU