El ejército israelí llevó a cabo este domingo un contundente “ataque preventivo” contra objetivos en Líbano, utilizando aproximadamente 100 aviones de combate para bombardear “miles de lanzaderas” de cohetes en al menos 40 localidades del sur del país, en su mayoría en la región de Khiam y la aldea de Tiri.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió la operación como una medida necesaria para contrarrestar una inminente amenaza.
#Líbano
— marcela de witt (@marceladewitt1) August 25, 2024
🔻🔻🔻 Durante el ataque de Hezbolá esta mañana a las posiciones del ejército israelí en el norte de la Palestina ocupada, un barco de guerra también fue alcanzado por un dron o un cohete suicida. pic.twitter.com/aieA0gk4NV
“Esta mañana detectamos preparativos de Hezbolá para atacar a Israel. Junto con el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor, ordenamos a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciar una acción para eliminar la amenaza”, afirmó Netanyahu
El Ministerio de Salud libanés confirmó que tres personas murieron y al menos dos resultaron heridas en los ataques. Las víctimas incluyen a un ciudadano libanés y un sirio, según el reporte oficial.
A su vez, la organización armada Hezbolá respondió disparando cientos de cohetes hacia el norte de Israel, describiendo su acción como la “fase uno” de un ataque de varias etapas en represalia por el asesinato el mes pasado de uno de sus altos comandantes.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, justificó la ofensiva como un “acto de legítima defensa”, señalando que los ataques destruyeron una gran cantidad de lanzacohetes de Hezbolá.
Hezbolá, por su parte, descalificó las declaraciones israelíes sobre el ataque preventivo. Un portavoz de la organización calificó las afirmaciones de Israel de “vacías” y aseguró que no se corresponden con la realidad sobre el terreno. Tras un intenso intercambio de fuego, Hezbolá aseguró haber disparado más de 320 cohetes hacia objetivos en Israel.