En su más reciente informe Fiscal Monitor, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó que los países con baja recaudación tributaria, entre ellos México, evalúen ajustes en sus estructuras impositivas, específicamente en los impuestos al valor agregado (IVA) y al ingreso personal.
Esta recomendación se enmarca en el análisis semestral de finanzas públicas que el organismo internacional realiza, donde se destacó la importancia de incrementar los ingresos fiscales para atender las necesidades de desarrollo y crear un espacio de respuesta ante futuras crisis económicas.
En el documento presentado durante las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial, la subdirectora del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Era Dabla-Norris, expuso que fortalecer la recaudación tributaria es esencial para recuperar los fondos que se utilizaron en la respuesta a la emergencia sanitaria.
Según Dabla-Norris, los ajustes fiscales en impuestos como el IVA pueden contribuir a mantener la estabilidad de los ingresos públicos, lo que garantizaría un respaldo financiero duradero para las políticas sociales y económicas de los países.
En el análisis del FMI, se citaron casos específicos, como el de Nigeria y Tailandia, donde el aumento de tasas de IVA resultó en ingresos adicionales, así como el de Malasia, que reintrodujo un impuesto sobre bienes y servicios. Igualmente, se mencionó a Brasil, Egipto y la República de Kirguistán, países que lograron mejorar su recaudación mediante la eliminación de ciertas exenciones fiscales. Estas estrategias, según el FMI, permitieron a dichos países movilizar recursos de manera más consistente y sustentable.
México y la recomendación de revisar IVA e ISR
Dentro de esta propuesta, el FMI instó a que México considere reformar el IVA y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), señalando que el país mantiene ingresos fiscales bajos en comparación con otros miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con cifras de esta última organización, los ingresos tributarios de México representaron en 2022 solo el 16.9% de su PIB, menos de la mitad del promedio de 34% registrado en el grupo de países de la OCDE.
El FMI sugirió en años anteriores realizar ajustes fiscales en México. Desde 2019, el organismo recomendó implementar una tasa general de IVA del 16% sobre los alimentos que actualmente están exentos de este gravamen, así como aplicar el impuesto a proveedores de servicios digitales.
En su momento, el FMI estimó que estas medidas podrían aportar un punto porcentual adicional del PIB a la recaudación. En 2020, durante la revisión del Artículo IV para México, el FMI insistió en ampliar el cobro de IVA, mejorar la progresividad del ISR empresarial, así como evaluar la fórmula del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), del cual afirmó que su aplicación a las gasolinas resulta regresiva al beneficiar desproporcionadamente a quienes perciben mayores ingresos.
De acuerdo con las estimaciones del FMI, una reforma estructural del IVA en México, que contemple generalizar su aplicación y reducir la evasión, podría incrementar la recaudación en al menos dos puntos porcentuales del PIB.
El organismo, no obstante, reconoció las dificultades políticas que enfrenta el país para implementar dichas reformas y sugirió que, de avanzar en ellas, el gobierno debería enfatizar que los ingresos obtenidos se destinarán a fortalecer la red de seguridad social.
Proteger el gasto público e impulsar el crecimiento económico
Dabla-Norris destacó la importancia de que los países utilicen la recaudación adicional para proteger el gasto público y asegurar que los recursos se destinen a necesidades prioritarias, optimizando cada dólar invertido. Según Dabla-Norris, un sistema de recaudación eficiente no solo aumenta los ingresos fiscales, sino también la confianza en las instituciones nacionales.
Por su parte, el director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, sugirió que los países adopten una reingeniería del gasto público que permita liberar fondos para apoyar a sectores vulnerables, como los hogares de menores ingresos y las regiones más pobres.
Además, recomendó que, en caso de ingresos extraordinarios, los países se enfoquen en reducir deudas y construir colchones financieros que les permitan responder a posibles choques externos.