Un devastador terremoto de magnitud 6.8 golpeó este martes el condado de Tingri, en la región occidental de China, en el Tíbet, dejando al menos 95 personas fallecidas y 130 heridas, según informes de la agencia estatal Xinhua. El sismo también afectó a Nepal y la India, donde se sintieron los efectos del temblor, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas fatales o daños significativos en esos países.
El terremoto ocurrió a las 09:05 hora local (01:05 GMT) en la prefectura de Shigatse, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Centro de Redes Sismológicas de China. El epicentro se situó a unos 85 kilómetros del monte Everest, en la frontera entre China y Nepal, lo que generó una gran preocupación por la seguridad en la región. Debido al riesgo, las autoridades chinas decidieron cerrar temporalmente el monte Everest al público.
El presidente de China, Xi Jinping, urgió a un esfuerzo inmediato para salvar vidas y reducir al mínimo el número de víctimas. Además, enfatizó la necesidad de reparar las infraestructuras dañadas y garantizar que las necesidades básicas de los afectados sean cubiertas.
En respuesta al desastre, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China ha asignado 100 millones de yuanes (aproximadamente 13.6 millones de dólares) para las tareas de socorro, mientras que el Ministerio de Gestión de Emergencias y la Oficina de Mando Antisísmico del Consejo de Estado han desplegado un equipo de trabajo a la zona para coordinar las labores de rescate.
Este terremoto es solo el último de una serie de sismos que han afectado la región del Tíbet y otras zonas del oeste de China, debido a la cercanía con la placa tectónica asiática y la placa india, lo que convierte a la zona en un área de alta actividad sísmica. En diciembre de 2023, otro terremoto de magnitud 6.2 dejó más de 150 muertos en las vecinas regiones de Qinghai y Gansu.
