El Papa Francisco, de 88 años, sigue hospitalizado desde hace más de una semana en el hospital Gemelli de Roma debido a complicaciones relacionadas con una neumonía bilateral. El Vaticano ha emitido un comunicado en el que informa que su estado sigue siendo “crítico” y su pronóstico “reservado”. Los médicos señalaron que, en la mañana de hoy, el pontífice experimentó una prolongada crisis respiratoria asmática, lo que requirió la administración de oxígeno a alto flujo.
El Vaticano también ha confirmado que, en los últimos análisis de sangre, se detectó una plaquetopenia asociada con anemia. Esta condición obligó a los médicos a administrar hemotransfusiones para reponer los componentes sanguíneos y estabilizar al paciente.
La necesidad de transfusión de sangre subraya la gravedad de la situación, ya que el cuerpo del Papa Francisco no ha podido generar suficientes células sanguíneas por sí mismo.
En estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo!
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 23, 2025
El Papa fue ingresado en el hospital Gemelli el 14 de febrero, inicialmente diagnosticado con bronquitis. Sin embargo, los médicos posteriormente diagnosticaron una neumonía bilateral, una infección del tejido pulmonar que puede resultar mortal si no se trata adecuadamente. El 21 de febrero, la Santa Sede anunció que el Papa Francisco no estaba fuera de peligro y su salud seguía siendo monitoreada de cerca.
Aunque los médicos confirmaron que el Papa pasó una “buena noche” en términos de estabilidad, enfatizaron que el pontífice sigue sin estar “fuera de peligro”. A pesar de la gravedad de su estado, Francisco ha podido mantenerse consciente y, según los informes, no está conectado a ninguna máquina.
El hospital Gemelli y la Santa Sede continúan siguiendo de cerca su evolución, mientras el mundo católico y la comunidad internacional permanecen atentos a su salud. La hospitalización del Papa Francisco ha generado especulaciones sobre su futuro y el liderazgo de la Iglesia, mientras se aguardan actualizaciones de los médicos en las próximas horas.