La tensión entre India y Pakistán alcanzó este miércoles un nuevo punto crítico tras una serie de enfrentamientos armados en la región de Cachemira, que han dejado al menos 38 muertos, 26 del lado pakistaní y 12 del lado indio, en una escalada violenta que ha encendido las alarmas de la comunidad internacional.
Las hostilidades comenzaron en la madrugada con bombardeos aéreos indios en la Cachemira administrada por Pakistán y en la zona fronteriza del estado de Punyab. Según el gobierno de Nueva Delhi, los ataques fueron “de precisión” y destruyeron nueve campamentos terroristas presuntamente vinculados al grupo yihadista Lashkar-e-Taiba (LeT), organización a la que India responsabiliza del atentado del pasado 22 de abril en la turística localidad de Pahalgam, en el que murieron 26 personas.
En respuesta, Pakistán afirmó haber derribado cinco aviones de combate indios y denunció la muerte de 26 civiles, incluidos dos niños, por los bombardeos. Además, acusó a las fuerzas indias de dañar gravemente la represa y planta hidroeléctrica de Neelum-Jhelum, infraestructura crítica para la región.
En paralelo, intercambios de fuego de artillería se intensificaron a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto que divide Cachemira, con reportes de fuego “indiscriminado”, según el ejército indio. En la localidad de Poonch, en la parte india de la región, al menos 12 personas murieron y 38 resultaron heridas por ataques pakistaníes, informó Nueva Delhi.
Por qué Cachemira es una de las regiones más disputadas del mundo
— DW Español (@dw_espanol) May 7, 2025
Un mortífero atentado en la Cachemira administrada por India ha reavivado las tensiones entre India y Pakistán. Por más de 75 años, esta región ha sido escenario de conflictos, insurgencia y militarización. /trc pic.twitter.com/EzyrzkLIHu
El Comité de Seguridad Nacional de Pakistán condenó las acciones de India y llamó a la comunidad internacional a “reconocer la gravedad de las acciones ilegales e injustificadas de India y hacerla responsable por la violación del derecho internacional”.
Por su parte, el ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, acusó al primer ministro indio Narendra Modi de utilizar los ataques con fines políticos. “Esto es un intento claro de Modi por fortalecer su posición interna antes de las elecciones”, dijo Asif.
La confrontación se extiende más allá del campo militar. Horas antes de los ataques, el primer ministro indio anunció la intención de bloquear el flujo de agua hacia Pakistán desde los ríos que cruzan ambos países, una medida que Islamabad calificó de “acto de guerra”, con posibles repercusiones humanitarias severas.