El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2026, presentado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, encendió las alarmas en el sector cultural. De acuerdo con el desglose del Ramo 48 de Cultura, la Secretaría de Hacienda propuso un recorte de 1,984 millones de pesos, lo que representa una disminución del 17% en términos reales respecto a lo aprobado en 2025.
Los organismos más golpeados serían dos de los pilares de la vida cultural del país: el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). El primero vería reducidos sus recursos en 25%, lo que afectaría de manera directa la operación de zonas arqueológicas, museos y proyectos de conservación. En el caso del INBAL, el recorte sería de 23%, comprometiendo su red de teatros, centros de investigación y programas de formación artística.


En números absolutos, el presupuesto total para el sector pasaría de 15,081 millones de pesos en 2025 a 13,097 millones en 2026, un retroceso que especialistas califican como un duro golpe a la política cultural en un país cuya riqueza patrimonial requiere inversiones crecientes y no recortes.
La propuesta también contempla reducciones para la Cineteca Nacional, que enfrenta el reto de mantener su programación y servicios al público, así como para el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), cuya labor es crucial en la preservación de las más de 60 lenguas originarias que aún se hablan en México.
El debate no será menor en la Cámara de Diputados, donde se prevé que colectivos culturales, sindicatos y legisladores de oposición interpelen a la administración federal por el impacto de estos ajustes.
Con este recorte, Sheinbaum envía una señal que contrasta con los discursos oficiales sobre la importancia del patrimonio y la diversidad cultural. El desenlace dependerá de las negociaciones parlamentarias, pero todo apunta a que 2026 podría convertirse en un año crítico para la infraestructura cultural del país.
