La ciudad natal de Ozzy Osbourne fue escenario de una conmovedora despedida este miércoles, cuando miles de seguidores se reunieron para acompañar el cortejo fúnebre del ícono del rock en su último viaje por las calles de Birmingham.
El féretro del “Príncipe de las Tinieblas”, cubierto por una cruz floral morada, recorrió lugares emblemáticos de su vida: el estadio de Villa Park, donde apenas semanas atrás ofreció un concierto de despedida ante 40.000 personas, y la casa donde creció. La familia Osbourne, encabezada por Sharon, su esposa durante más de cuatro décadas, viajó junto al ataúd, visiblemente afectada por la pérdida.
Entre lágrimas, Sharon añadió una rosa rosa a la multitud de flores, velas, vinilos y objetos personales que los fans dejaron como homenaje. Sus hijos Kelly, Jack, Aimee y Louis la acompañaron en este momento íntimo, rodeados por otros familiares, incluyendo nietos y el prometido de Kelly, Sid Wilson, DJ de la banda Slipknot.
La procesión estuvo encabezada por una banda que interpretó clásicos de Black Sabbath, fundiendo lo solemne con lo estridente en un ambiente cargado de emoción. Al paso del cortejo, los fanáticos —vestidos con camisetas de Ozzy y bufandas de Black Sabbath— coreaban “¡Ozzy! ¡Ozzy! ¡Ozzy!” y gritaban frases como “¡Te queremos, Ozzy!” y “¡Ozzy para siempre!”.
Muchos lanzaron flores, otros entonaron espontáneamente fragmentos de canciones que marcaron generaciones. El fervor popular se combinó con una atmósfera de respeto profundo por una figura que trascendió la música y se convirtió en parte del ADN cultural de la ciudad.
Sharon saludó a la multitud con gestos de paz antes de volver a su vehículo, visiblemente conmovida por el cariño incondicional. Durante cinco minutos, los Osbourne se detuvieron a observar los tributos y a contemplar el mar humano que se congregó para despedir al hombre que puso a Birmingham en el mapa del rock mundial.
Ozzy Osbourne, quien falleció la semana pasada a los 76 años, deja un legado imposible de ignorar: pionero del heavy metal, fundador de Black Sabbath, excéntrico ídolo y símbolo de resistencia, cuyo último adiós fue tan grande como su leyenda.
