El actor Jim Carrey, reconocido por su interpretación de personajes icónicos, abrió la posibilidad de volver a encarnar al Grinch, siempre y cuando el proceso de producción contemple avances tecnológicos que mejoren su experiencia como actor.
Esta declaración se dio en el marco de una entrevista reciente con ComicBook, mientras promocionaba Sonic 3: La película.
Carrey recordó los desafíos que enfrentó en el año 2000 durante la grabación de Cómo el Grinch robó la Navidad, dirigida por Ron Howard. La cinta, basada en el libro infantil del Dr. Seuss, publicado en 1957, se convirtió en un éxito de taquilla y un clásico navideño. Sin embargo, la caracterización del personaje, mediante extensas sesiones de maquillaje y el uso de un traje prostético, representó un reto físico y emocional para el actor.
“Lo que pasó es que en ese momento tuve que hacer eso con un montón de maquillaje y casi no podía respirar, y fue un proceso extremadamente insoportable”, recordó Carrey.
El actor también resaltó que su motivación principal para completar el exigente proceso fue pensar en los niños.
“Es para los niños, es para los niños, es para los niños”, se repitió Carrey durante la filmación.
Sin embargo, señaló que, para un posible regreso, el maquillaje tradicional debería ser reemplazado por tecnología moderna, como la captura de movimiento, lo que facilitaría su desempeño.
“Y ahora, con la captura de movimiento y cosas así, podría ser libre de hacer otras cosas. Todo es posible”, afirmó.
Una producción exigente desde sus inicios.
La película de 2000 tuvo un proceso de desarrollo supervisado de cerca por Audrey Geisel, viuda del Dr. Seuss, quien estableció estrictos lineamientos para la adaptación de la obra. Entre las condiciones impuestas, se incluyó un pago inicial de 5 millones de dólares por los derechos, un porcentaje de las ganancias de taquilla y mercancía, así como la aprobación del director y guionista.
Jim Carrey no fue la única opción considerada para el papel del Grinch. Antes de elegirlo, nombres como Jack Nicholson, Robin Williams y Dustin Hoffman fueron contemplados por Geisel debido a sus características físicas y talento interpretativo. Finalmente, la actuación de Carrey fue ampliamente elogiada, consolidándose como una de las más recordadas de su carrera.
La cinta recaudó 345,8 millones de dólares a nivel mundial y obtuvo varios reconocimientos, incluido el Óscar a Mejor Maquillaje y Peluquería en 2001, así como premios en las mismas categorías en los BAFTA y los Satellite Awards.
La posibilidad de una secuela
Aunque no hay confirmación oficial sobre una segunda entrega, la disposición de Jim Carrey y los avances tecnológicos en la industria cinematográfica podrían facilitar su regreso al papel. Para el actor, la tecnología no solo aliviaría las demandas físicas del personaje, sino que abriría nuevas posibilidades creativas en su interpretación.
