Entre aplausos, nostalgia y una que otra lágrima derramada en sus canciones más sentimentales, Los Temerarios pusieron fin a una exitosa carrera de 47 años con un espectáculo vibrante que dejó huella en el corazón de sus miles de seguidores.
El icónico grupo de música romántica, liderado por los hermanos Gustavo y Adolfo Ángel, ofreció el primero de sus dos conciertos de despedida en el Estadio GNP, ante 65,000 personas que se reunieron para rendir homenaje a una de las bandas más queridas de la música en español.
El ambiente estaba cargado de emoción desde el primer acorde de los hermanos que encabezaron la velada con una energía arrolladora. Aunque el frío calaba en el aire, el calor humano no tardó en llenar el estadio, impulsado por la entrega de los músicos y la pasión de su público.
El escenario brilló con la presencia de Los Temerarios, quienes no solo hicieron vibrar a los asistentes con sus éxitos, sino que también se mostraron cercanos y agradecidos con sus fans. Sonrientes y emotivos, los hermanos Ángel saludaron a los asistentes y compartieron bromas con su público.
En un par de ocasiones, “sacaron los prohibidos” con canciones especiales, lo que aumentó la complicidad con los presentes. A pesar de que el show se extendió más allá de lo habitual, hasta la medianoche, la energía nunca decayó, y los fanáticos corearon con fuerza cada tema.
Entre las parejas que se abrazaban, muchos se dejaban llevar por la nostalgia mientras cantaban canciones como “Enamorado de ti” y “La mujer de mis sueños”, que fueron especialmente emotivas para aquellos que celebraban el amor. La atmósfera era perfecta para revivir los momentos más románticos que dejó la agrupación durante sus mejores años.
Con un repertorio que abarcó las más grandes canciones de su carrera, Los Temerarios regalaron a sus seguidores un setlist de 34 temas que incluyó himnos como “Te quiero”, “La mujer de los dos”, “Tu infame engaño”, “La diferencia” y “Si quiero volver”. Cada uno de estos clásicos fue recibido con entusiasmo y emoción por un público que no dejaba de cantar. “Si ven ojitos llorosos, es pura gratitud”, dijo Adolfo Ángel en una de sus intervenciones, reconociendo el profundo vínculo que ha existido entre la banda y sus seguidores durante casi cinco décadas.
Los hermanos Ángel aprovecharon la ocasión para compartir algunas anécdotas detrás de sus canciones, incluyendo el significado de varias composiciones y recordando con cariño a sus fans más leales. Incluso hubo un momento para enviar un mensaje especial a los jugadores del Cruz Azul, equipo al que son grandes aficionados, lo que generó un aplauso caluroso del público presente.
Para aquellos que se perdieron el primer concierto, la banda regresará al escenario del Estadio GNP este sábado 23 de diciembre a las 20:00 horas, ofreciendo una última oportunidad para despedirse de una de las leyendas vivientes de la música latina.
