El huracán Melissa continúa su avance por el Caribe como un poderoso ciclón de categoría 4, con vientos sostenidos de aproximadamente 220 km/h y ráfagas superiores, y se encuentra ya a unos 180 km al sur de Kingston (Jamaica) y 445 km al sur-suroeste de Guantánamo (Cuba), según el National Hurricane Center (NHC). La tormenta sigue su lento desplazamiento hacia el oeste, aproximadamente 6 km/h, mientras se espera una rápida intensificación y un posible impacto directo en Jamaica entre la noche del lunes y la mañana del martes, con simultáneas amenazas sobre porciones de la Española y el oriente cubano.
Trayectoria y fortalecimiento del huracán Melissa
Evolución del ciclón y cambio de categoría
La depresión tropical que dio origen al huracán Melissa se formó en el Atlántico central y fue monitoreada desde el 16 de octubre. Posteriormente, el sistema ganó organización y se convirtió en tormenta tropical el 21 de octubre, antes de ingresar al mar Caribe y comenzar una fase de intensificación rápida.
Según boletines recientes del NHC, Melissa ya ha alcanzado la categoría 4 con vientos máximos sostenidos de 220 km/h (140 mph) y se espera que mantenga su intensidad o incluso llegue a categoría 5 antes de tocar tierra.
Posición, velocidad y proyección de impacto
En la mañana de este domingo, el ojo del huracán se localizaba a unos 180 km al sur de Kingston y 445 km al sur-suroeste de Guantánamo, Cuba, moviéndose lentamente hacia el oeste a alrededor de 6 km/h.
El pronóstico del NHC prevé que Melissa gire al norte o noreste entre el lunes y el martes, lo que llevaría al fenómeno a impactar Jamaica y luego el sureste de Cuba. Se estima que descargará 380 a 760 mm de lluvia, con posibles máximos de más de 1 000 mm en zonas montañosas de Jamaica y la Española, y 152 a 304 mm en el sureste cubano.
Riesgos extremos: inundaciones, deslizamientos y oleaje
Amenaza de lluvias torrenciales y desbordamientos
El lento desplazamiento de Melissa agrava los riesgos: al permanecer más tiempo sobre zonas cálidas del Caribe produce lluvias fuertes y prolongadas. El NHC advierte que Jamaica y el sur de la Española podrían recibir hasta 40 pulgadas (≈1 000 mm) de lluvia, lo que incrementa las probabilidades de inundaciones repentinas y deslizamientos.
Vientos destructivos, marejadas ciclónicas y daños estructurales
Los vientos sostenidos de 220 km/h, con ráfagas mayores, y una franja de vientos huracanados que se extiende hasta unos 35 km del centro del huracán —según estimaciones en modelos recientes— exponen a las islas del Caribe a daños estructurales graves. Además, se esperan marejadas de hasta 3 a 4 metros sobre el nivel del mar en la costa sur de Jamaica, lo que elevaría aún más el riesgo para poblaciones costeras.
8 PM, sábado 25 de octubre
— El Radar Informativo: Las Cosas Como Son (@WeatherWatchPR) October 25, 2025
🔴El Huracán Melissa se dirige amenazante hacia Jamaica y continúa intensificándose. Se pronostica que será un catastrófico huracán categoría 4 o 5 mañana domingo, justo antes de impactar a Jamaica.
🔴A las 8 PM, el centro del huracán Melissa estaba… pic.twitter.com/yJ8UsJaNRu
Zonas en alerta y medidas de protección
Jamaica, principal objetivo del ciclón
Jamaica se encuentra bajo alerta de huracán, con autoridades que insisten en la urgencia de prepararse ante la “furia” que Melissa podría desatar en la isla. Las declaraciones del primer ministro jamaiquino reflejan la gravedad de la situación: “busquen refugio ahora”, advirtió.
Porciones del sur de Haití y República Dominicana permanecen bajo vigilancia por lluvias intensas e inundaciones, ya se han reportado al menos tres fallecidos en Haití y millones de afectados por cortes de agua en la República Dominicana. En Cuba, las provincias orientales —Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, están en vigilancia de huracán por la cercanía de Melissa entre el martes y miércoles.
La tormenta Melissa es la número 13 de la temporada ciclónica del Atlántico en 2025, lo que refleja una actividad mayor de lo habitual. Su progresión hacia la categoría de gran huracán en esta fase tardía del año evidencia las condiciones propicias en el Caribe —aguas cálidas, baja cizalladura— y refuerza la necesidad de vigilancia continua.