Un grupo de trabajadores del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) fue víctima de una agresión el pasado martes por parte de individuos identificados como posibles grupos de choque, mientras realizaban un paro de labores en las inmediaciones de las oficinas centrales ubicadas en la colonia Doctores, mismo que mantienen desde hace 5 días en exigencia de aumento salarial.
En videos publicados a través de redes sociales, se pueden observar a un grupo de aproximadamente 30 personas agrediendo a los trabajadores, mismos que denunciaron que “desde las 7 de la mañana habían golpeadores en todas las puertas”. Una mujer resultó lesionada por el impacto de una piedra, por lo que atendida en la clínica de especialidades Indianilla del ISSSTE.
Los trabajadores culpabilizaron a Diego Valdez Medina, secretario del Sindicato único de Trabajadores del Poder Judicial, y Said Trejo Ayala, líder del sindicato del Consejo de la Judicatura Local, pues también están exigiendo la renovación de la dirigencia sindical, ya que Valdez Medina lleva casi 30 años en el cargo. Después, los trabajadores cerraron la avenida Eje Central y prometieron seguir con sus demandas.
Antecedentes preocupantes: grupos de choque en la Ciudad de México
Este no es un caso aislado. Diversas organizaciones sociales han denunciado el uso sistemático de grupos de choque o paramilitares para contener protestas o imponer agendas políticas mediante la intimidación.
Uno de los ejemplos más recientes ocurrió el 5 de septiembre de 2023 en la explanada de la alcaldía Xochimilco, cuando un contingente de ciudadanos que se manifestaban contra presuntas irregularidades administrativas fue agredido por sujetos vestidos de civil, armados con palos y tubos. Varios videos difundidos en redes sociales mostraron cómo los agresores actuaban con total impunidad, incluso bajo la mirada pasiva o en coordinación con elementos de seguridad local.
En ese caso, se señaló la posible participación de operadores políticos vinculados a la alcaldía y se abrió una investigación que hasta la fecha no ha presentado resultados concluyentes. Las similitudes con el reciente ataque al personal del Tribunal Superior de Justicia —como la violencia selectiva y la falta de intervención policial— generan inquietud entre activistas y expertos en derechos humanos.
