La muerte de Roxana Valentín Cárdenas, comunera de San Andrés Tziróndaro, desató una nueva ola de indignación y movilización en la región purépecha. La joven de 24 años falleció a causa de heridas de bala y una presunta negligencia médica, luego de que un grupo armado atacara una movilización de comunidades indígenas durante la conmemoración del 46 aniversario de la defensa de la tierra en Santa Fe de la Laguna.
El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), que agrupa a 80 autoridades tradicionales, informó que la comunera no recibió atención médica inmediata en el Hospital General de Pátzcuaro, donde permaneció alrededor de una hora sin ser atendida adecuadamente antes de ser trasladada a Morelia. Según el comunicado de la organización, Roxana perdió la vida durante el trayecto debido a la gravedad de las heridas y la demora en la atención.
La agresión armada profundizó el malestar acumulado en las comunidades, que denuncian un clima persistente de inseguridad e impunidad en la región. Ante ello, la asamblea general determinó mantener de manera indefinida la toma de la carretera Morelia-Zacapu, a la altura de Santa Fe de la Laguna, así como la suspensión total de actividades escolares en la comunidad. La decisión, explicaron, busca presionar a las autoridades para establecer garantías mínimas de seguridad ante la ausencia de respuesta efectiva del Estado.
El CSIM cuestionó nuevamente la eficacia del llamado Plan Michoacán, implementado por los gobiernos federal y estatal para atender la creciente violencia en la entidad. La organización indígena acusó que desde mayo de 2025 existe un compromiso incumplido para instalar una Base de Operaciones Interinstitucional en la zona, a fin de proteger a la comunidad de Santa Fe de la Laguna y sus alrededores. Reiteraron la exigencia de entablar un diálogo resolutivo y de primer nivel con ambos niveles de gobierno, al considerar que las autoridades locales no han logrado contener a los grupos armados que operan en la región.
El ataque del 19 de noviembre no es un hecho aislado. El 30 de mayo de 2024, un comando armado irrumpió también en Santa Fe de la Laguna, realizó disparos al aire en la plaza principal, desarmó y golpeó a integrantes de la Ronda Comunal, los amenazó de muerte e hirió a uno de los elementos de la seguridad comunitaria. Desde entonces, las comunidades han denunciado la falta de medidas preventivas y la ausencia de presencia gubernamental sostenida.
El CSIM llamó a las comunidades originarias de Michoacán y del país a mantenerse alertas y solidarias, advirtiendo que, de no atenderse sus demandas, emprenderán una serie de tomas carreteras en distintas zonas del estado. La organización insistió en que la violencia que enfrentan no es un problema aislado, sino un síntoma de una crisis estructural que requiere atención urgente y coordinación real entre los distintos niveles de gobierno.
La muerte de Roxana Valentín Cárdenas se suma a una larga lista de víctimas en territorios indígenas atravesados por la disputa criminal y la desatención institucional. Para las comunidades purépechas, su fallecimiento representa no sólo un acto de violencia, sino una muestra contundente del abandono estatal que, aseguran, ya no están dispuestas a permitir.
