La extrema sequía que afecta al estado de Chihuahua ha convertido en desiertos tres importantes lagunas de la región, generando una crisis ecológica y económica que ha sido ampliamente criticada por los residentes y funcionarios locales.
Las lagunas de Bustillos, Encinillas y Fierro, que solían ser cuerpos de agua robustos, se han reducido a pequeños charcos rodeados de peces agonizantes y en descomposición, revelando un desastroso impacto ambiental.
La agencia Efe ha documentado el alarmante estado de estas lagunas, mientras que Ernesto García Chánez, director de Ecología del municipio de Nuevo Casas Grandes, calificó la situación como un “desastre ecológico”.
¡Desastre ecológico en Chihuahua!
— Noventa Grados (@90gradosmx) August 14, 2024
🌪️ La sequía ha convertido tres lagunas en desiertos, matando a decenas de miles de peces 🐟.
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García Chánez señaló que la sequía extrema, que ha persistido durante aproximadamente dos años, ha reducido drásticamente los niveles de agua en estas lagunas, concentrando contaminantes y causando la muerte masiva de peces.
Hoy en día, la situación es crítica. La reducción del agua en la laguna redonda, por ejemplo, ha resultado en la acumulación de contaminantes que han matado a los peces. Es la problemática real que enfrentamos”, comentó García Chánez.
La laguna Encinillas, conocida también como Ojo Laguna, ubicada a 100 kilómetros al norte de la capital, se secó por completo hace aproximadamente 50 días, afectando gravemente al sector ganadero del estado. Mientras tanto, la laguna de Bustillos, una de las más grandes del estado, ha presentado niveles de agua por debajo del 10% desde junio, atrayendo la atención mundial debido a la gran cantidad de peces muertos.
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