Un decreto firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, reduce la edad mínima de jubilación para trabajadores del ISSSTE que pertenecen al régimen del décimo transitorio, ha desatado críticas por generar una posible desigualdad estructural entre servidores públicos y el resto de los trabajadores del país.
De acuerdo con el nuevo esquema, a partir de 2028, la edad para jubilarse se reducirá gradualmente hasta alcanzar, en 2034, los 53 años para mujeres y 55 para hombres. Actualmente, la edad mínima es de 56 años para mujeres y 58 para hombres, y bajo el esquema previo se preveía que en 2028 se fijara en 58 y 60 años, respectivamente.
Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y especialista en pensiones, advirtió que esta decisión provocará una disparidad notable en el sistema de retiro mexicano.
“Esta medida es profundamente injusta porque tendremos trabajadores del Estado que, si son del décimo transitorio, se jubilarán a los 53 años, mientras que aquellos que tienen Afores se retirarán hasta los 65 años. Estamos hablando de una diferencia de 12 años en el derecho al retiro”, señaló Ramírez.
El experto también alertó que el impacto financiero más fuerte de esta decisión no se sentirá de inmediato, sino hasta después del 2030, cuando el volumen de jubilaciones bajo este régimen alcance su punto más alto.
Las nuevas edades de retiro p/trabajadores @ISSSTE_mx 10o. Transitorio acorde al Decreto publicado en DOF.
— Carlos Ramírez F. (@CarlosRamirezF) June 25, 2025
A partir del 2034, los trabajadores q cumplan los años de servicio, podrán jubilarse a los 53 (M) y 55 años (H).
El resto de los trabajadores @ISSSTE_mx , a los 65 años. pic.twitter.com/QRFsGRtsj2
Un costo fiscal significativo
El decreto presidencial también implica un importante costo para las finanzas públicas. Según estimaciones del secretario de Educación Pública, Mario Delgado, esta medida implicará un gasto adicional de 36,000 millones de pesos solo durante el sexenio actual, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal del régimen de pensiones del Estado.
Además del ajuste en la edad de retiro, el decreto congela el incremento progresivo que estaba previsto culminar en 2028, y que pretendía equiparar gradualmente las edades de jubilación con otros regímenes, como el de los trabajadores del sector privado con cuentas individuales en las Afores.
Requisitos de servicio se mantienen
A pesar del cambio en la edad mínima, los años de servicio requeridos para acceder a la jubilación no se modifican: 28 años para mujeres y 30 para hombres, lo que significa que quienes hayan ingresado jóvenes al servicio público podrían acceder al retiro pleno incluso antes de los 55 años, en algunos casos.
El decreto abre un debate más amplio sobre la equidad en el sistema de pensiones mexicano, donde conviven múltiples regímenes con condiciones dispares. Mientras una parte de los trabajadores podrá jubilarse a edades tempranas con pensiones definidas, millones más deberán esperar hasta los 65 años y depender de los ahorros acumulados en su cuenta individual de Afore, muchas veces insuficientes para una pensión digna.