La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este miércoles que su gobierno no reanudará relaciones diplomáticas con Ecuador mientras Daniel Noboa permanezca en la presidencia de ese país, al considerar que fue el responsable directo de la irrupción en la embajada mexicana en Quito.
Claudia Sheinbaumm descarta que México reanude relaciones diplomáticas con Ecuador mientras Daniel Noboa ejerza como presidente. pic.twitter.com/nP8kwWyG5G
— RT en Español (@ActualidadRT) April 17, 2025
Sheinbaum también cuestionó la legitimidad del triunfo de Noboa en el proceso electoral ecuatoriano, citando incluso un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), el cual señaló que la equidad del proceso fue afectada por la falta de licencia oficial del mandatario durante la campaña.
“Fue muy dudoso su triunfo, en particular reconocido por la propia OEA. Y la otra candidata está diciendo que hubo un fraude”, declaró la presidenta, quien sostuvo que existen condiciones que deben cumplirse para restablecer las relaciones bilaterales, entre ellas la liberación del exvicepresidente Jorge Glas, quien fue detenido por las autoridades ecuatorianas tras ser sacado por la fuerza de la embajada mexicana, donde se encontraba en calidad de asilado.
En el mismo sentido, la presidenta retomó un fragmento del informe de la OEA, el cual establece que el presidente Noboa no solicitó la licencia correspondiente durante su participación en la campaña electoral.
México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador el pasado 5 de abril, luego de que fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieran en la sede diplomática mexicana en Quito, en lo que fue calificado por el gobierno mexicano como una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía nacional.
La posición del gobierno mexicano ha encontrado eco en otros países de la región. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también anunció que no reconoce a Noboa como mandatario legítimo de Ecuador y recordó que Bogotá ya tenía suspendidas las relaciones con ese país.
Cabe destacar que esta firme postura contrasta con otras situaciones internacionales en las que México ha optado por esperar a la conclusión de los procesos electorales para fijar una postura, como ocurrió en Venezuela, donde el gobierno de Sheinbaum reconoció a Nicolás Maduro como presidente, a pesar de las críticas por la falta de transparencia electoral.