El boxeador mexicano Julio César Chávez Carrasco, hijo de la leyenda del pugilismo Julio César Chávez González, fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 11, ubicado en Hermosillo, Sonora, tras ser detenido en Estados Unidos y posteriormente entregado a las autoridades mexicanas.
El excampeón mundial fue asegurado luego de su pelea contra el youtuber y pugilista estadounidense Jake Paul, celebrada en Las Vegas. Tras cumplir con compromisos deportivos, Chávez Jr. fue detenido en territorio estadounidense en cumplimiento de una orden de captura solicitada por México.
El traslado al penal de máxima seguridad en Hermosillo se realizó bajo fuertes medidas de seguridad. De acuerdo con información oficial, al deportista se le investiga por presuntos vínculos con la delincuencia organizada. La FGR lo acusa también de ser “ajustador de cuentas” o golpeador para el grupo criminal, encargándose de castigar físicamente a subordinados que cometían errores.
El caso ha generado gran expectación mediática debido al perfil del acusado y al peso de su apellido en la historia del boxeo mexicano. La defensa del pugilista no ha emitido una postura pública, mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) mantiene bajo reserva los detalles de la investigación.
La situación de Chávez Jr., de 39 años, se suma a una serie de episodios polémicos fuera del ring que han marcado su carrera deportiva en los últimos años, entre suspensiones por dopaje, conflictos contractuales y problemas personales.
Su padre, el excampeón Julio César Chávez, declaró que su hijo y él están tranquilos y que “es inocente de todo lo que se le acusa. Él no pertenece a ningún cártel”, pero deja todo en manos de las autoridades. El César declaró que “los conoce como todos los conocemos, pero nada más”.
Por ahora, el excampeón permanecerá recluido en el Cefereso 11 mientras se define su situación jurídica en los próximos días.
