Opinión Por: Enrique Andrade González
Democracia sin fronteras: elección en E.U.A.
El próximo 5 de noviembre los electores registrados en Estados Unidos están llamados a las urnas para protagonizar una elección cuyo resultado para la presidencia es de pronóstico reservado, nuestro país vecino según las últimas encuestas de esta semana se encuentra dividido prácticamente al 50% en cuanto a preferencias electorales, lo que implica una manifestación clara de su profunda división social.
Las encuestas más serias muestran esta paridad electoral, pero también la división que existe entre las preferencias por género, las mujeres apoyan en un 57% a Kamala Harris, mientras que los hombres igual en un 57% prefieren a Donald Trump, un 5% de los jóvenes entre 18 y 49 años apoya más a la candidata y los mayores entre 50 y 65 y más, entre un 6 a 10% apoyan a Trump, lo que provoca justamente el empate técnico que reportan las encuestas hasta ahora.
El voto femenino pudiera hacer la diferencia, de acuerdo con la tendencia de participación desde 1980 el voto de la mujer se ha ido incrementando, siendo en 2016 de un 63% de las que tenían derecho a votar mientras que los hombres solo alcanzaron el 59%, en las pasadas elecciones de 2020 el candidato Joe Biden aventajó casi en 20% al candidato Donald Trump en el voto popular de las mujeres. En mucho, esta ventaja se debió al voto latino de la mujer, que participó 5% más que los hombres del mismo grupo.
Como se sabe la elección presidencial se definirá en el Colegio Electoral un órgano constitucional que suma los votos de cada estado de la unión, que se manifiestan de acuerdo con el voto popular obtenido, salvo excepciones, siendo un total de 538 votos y quien gana la elección debe de tener más de 270. El empate en el voto popular no necesariamente se debe reflejar en el Colegio, además de que no siempre corresponde quien obtiene la mayor cantidad de votos con quien gana la elección, como sucedió en los años 2000 y 2016.
Se ha dicho que, en este año, siete estados llamados “bisagra”, que juntos suman 96 votos en el Colegio, pueden definir la elección. Sin embargo, las encuestas dentro de estas entidades también muestran un empate técnico. Sin duda, el voto latino, que puede llegar a 32 millones y de este 60% de origen mexicano, será determinante. Recordemos que en Arizona son el 23.6% de los votantes; en 2020 lo ganaron los demócratas por menos de 70,000 votos.
Será importante la votación en Phoenix y Tucson, que tienen una importante concentración de latinos de origen mexicano. En Nevada, igual fue ganado por Biden por poca diferencia y fue importante haber ganado en Las Vegas, donde existe una numerosa cantidad igual de votantes de origen nacional. De los otros cinco bisagra, los demócratas en 2020 ganaron en Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, y Trump solamente ganó en Carolina del Norte. Hoy la moneda está en el aire.
Como en ninguna otra ocasión el canto del fraude estará presente después del martes, ha habido ya irregularidades como la quema de buzones electorales que contenían cientos de boletas ya emitidas, denuncias de intervención extranjera, atentados; según el Center For Public Affairs 4 de cada 10 electores están preocupados por la posible anulación de los resultados e igual piensan que en caso de perder Trump este no los reconocería, la democracia más sólida del mundo está a punto de vivir una dura prueba.
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