Durante el pasado fin de semana, las redes sociales se inundaron con una historia impactante que aseguraba que una orca había matado a la entrenadora de ballenas Jessica Radcliffe durante un espectáculo en vivo, y que el incidente habría quedado registrado en video. La difusión masiva de imágenes y clips causó conmoción, miedo y debate entre miles de usuarios en plataformas digitales.
Sin embargo, esta noticia es completamente falsa. Jessica Radcliffe es un personaje ficticio; no existe ningún registro oficial ni declaración de parques marinos que confirme un ataque de orca contra una entrenadora.
El material audiovisual que circuló masivamente es en realidad una mezcla de videos antiguos, imágenes no relacionadas y contenido generado mediante inteligencia artificial (IA), diseñado para simular un supuesto suceso que nunca ocurrió.
Orca trainer Jessica Radcliffe attacked by killer whale during live show video goes viral 😓😞🙁Jessica Radcliffe accident footage sparks debate online #JessicaRadcliffe #orcaattack
— 🥀 X sEx poRN 🍁 (@scancan14) August 12, 2025
🏊♀️📩📩📩🏊♀️🇱🇷https://t.co/8smcRkFqGB pic.twitter.com/SX8aDmM0FD
Riesgos y consecuencias de la desinformación
Expertos en comunicación digital advierten que, aunque algunos puedan considerar estas historias como simples bromas o cuentos virales, el impacto es grave. La desinformación puede:
- Distorsionar la percepción pública sobre la seguridad en espectáculos con animales marinos.
- Influir negativamente en los debates sobre el bienestar animal.
- Reabrir heridas emocionales de familias afectadas por tragedias reales.
- Erosionar la confianza en medios legítimos y fuentes oficiales.
El caso de la falsa entrenadora Jessica Radcliffe es un claro ejemplo de cómo la combinación de inteligencia artificial y contenidos engañosos puede manipular a audiencias masivas en cuestión de horas, generando pánico y confusión innecesarios.