Tras tres décadas de ser el árbitro incómodo en temas de libertad de expresión, derecho a la información y defensa de audiencias, la Suprema Corte cierra un ciclo. Desde la reforma de Ernesto Zedillo en 1994, el tribunal creció como contrapeso del poder y hasta le puso freno a la famosa “Ley Televisa” en 2007. Pero ahora la historia da un giro: llega una Corte renovada con ministros electos popularmente y acusados de simpatizar con la 4T. La gran pregunta que ronda en círculos jurídicos y políticos es si este nuevo tribunal mantendrá la independencia técnica y el espíritu de contrapeso, o si terminará convertido en un juez complaciente del poder en turno.
MC QUIERE DOS DÍAS DE OFICINA… PERO EN CASA
En los pasillos de San Lázaro cuentan que los diputados naranjas ahora quieren revivir el “home office” que la pandemia nos dejó. La jugada: reformar la Ley Federal del Trabajo para que empleados puedan negociar —por escrito y con su jefe— trabajar desde casa dos días a la semana. Nada de ocurrencias, todo con el respaldo de la tecnología y siempre que la chamba lo permita. El detalle no es menor: tras el fin de la emergencia sanitaria en mayo de 2023, casi todas las empresas mandaron a la gente de regreso al escritorio como si nada hubiera pasado. Ahora MC busca que el derecho quede escrito en ley y no en promesas de oficina.
EL MAYO CANTA
Dicen que a sus 77 años, Ismael “El Mayo” Zambada decidió hablar… y vaya que lo hizo. En una audiencia en Estados Unidos, el legendario capo aceptó que durante más de cuatro décadas metió a ese país millón y medio de kilos de cocaína. No paró ahí: reconoció que la maquinaria del narco operó gracias a los millones que repartió para comprar a policías, militares y hasta políticos. A las 12:31 en punto soltó el “me declaro culpable” y con ello escribió una de las páginas más escandalosas en la historia del crimen organizado. Lo curioso: el viejo líder del Cártel de Sinaloa cayó no por las balas, sino por su confesión.