Con un emotivo homenaje en el Centro Cultural del Bosque, la comunidad artística recordó al iluminador escénico Francisco Muñoz Ávila, figura clave en la danza contemporánea mexicana y colaborador indispensable de la compañía Contradanza durante casi tres décadas.
El acto, organizado por la Coordinación Nacional de Danza del INBAL, reunió a coreógrafos, artistas, investigadores y promotores culturales que destacaron la pasión y el compromiso de Muñoz Ávila, cuya trayectoria abarcó 28 años de colaboración con la coreógrafa Cecilia Appleton.

Appleton subrayó que la mirada de Muñoz Ávila hacia la luz escénica buscaba crear atmósferas que dialogaran con la coreografía sin imponerse sobre ella, siempre con la convicción de que el arte refleja imágenes de la realidad y posee un efecto social. Gracias a su visión y entrega, contribuyó al desarrollo de más de 80 coreografías y cinco videodanzas de Contradanza, trabajando hombro a hombro con equipos técnicos y creativos.
Entre los asistentes estuvieron el fotógrafo Ricardo Ramírez, quien lo reconoció como un referente técnico y artístico en la cultura mexicana; el promotor cultural Héctor Garay, que resaltó su vocación y capacidad expresiva; la iluminadora teatral Elvira Ramos; el artista escénico David Macías; el compositor Eduardo González, quien destacó su versatilidad; y el investigador y coreógrafo Javier Contreras, que lo recordó como un creador comprometido y generoso.
El homenaje concluyó en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo con la presentación de la obra Latidos, acompañada de un video testimonial que recorrió la vida y legado del iluminador, cuya luz seguirá iluminando los escenarios de la memoria cultural mexicana.