La figura de David Alfaro Siqueiros, uno de los grandes pilares del muralismo mexicano, se asocia comúnmente con la grandiosidad de muros públicos, gestos heroicos y escenas épicas. Sin embargo, un nuevo libro presentado en el Palacio de Bellas Artes invita al lector a descubrir un rostro menos conocido del artista: el hombre enclaustrado, el pensador político y el creador incansable incluso tras las rejas.
Siqueiros documentado. Testimonio de un proceso creativo es el resultado de más de 30 años de investigación de la historiadora Irene Herner, en colaboración con la doctora Mónica Ruiz. Publicado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el libro recopila y analiza 57 obras del artista —muchas de ellas creadas en la cárcel— que permiten explorar dimensiones personales, experimentales y profundamente humanas del autor.

Durante la presentación del volumen, realizada la noche del 2 de julio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se destacó que esta publicación no es solo un estudio académico, sino también un testimonio político y emocional. Las piezas incluidas provienen de distintos momentos en la vida de Siqueiros, en especial de su periodo de reclusión en la Penitenciaría de Lecumberri entre 1960 y 1964, donde el arte se convirtió en una forma de resistencia.
“Cada cuadro es una historia”, comentó Mónica Ruiz, al referirse al meticuloso trabajo de documentación detrás del libro. “Es una ventana al universo plástico de Siqueiros, donde lo íntimo convive con lo monumental”.
El libro se organiza en nueve capítulos temáticos —como Autorretratos, Infancias, Lo grotesco o Paisajes—, ofreciendo una experiencia visual que revela cómo el artista interrogaba su tiempo desde múltiples ángulos. En particular, el capítulo sobre lo grotesco aborda la descomposición social que Siqueiros observó en su entorno, mientras que sus paisajes, incluso los más cósmicos o volcánicos, se leen como metáforas de un país en constante transformación.


La historiadora Irene Herner explicó que este proyecto nace de su deseo de recuperar una parte del legado de Siqueiros que había permanecido oculta: obras de caballete marcadas por el encierro, el exilio y la reflexión. “Siqueiros se dedicó a pintar y a pensar el concepto de arte público como una manera de participar en la reconstrucción de México tras la Revolución”, dijo.
La coautora, Mónica Ruiz cerró con una reflexión sobre la importancia del libro: “Siqueiros documentado permite aquilatar el valor de estas obras no solo como estudios para sus murales, sino como testimonios plásticos de su compromiso social y su lucha contra la injusticia. Esta enorme labor de documentación es una acción de rescate, de comprensión histórica, pero también un ejercicio de diálogo contemporáneo, de reflexión sobre el papel del arte en tiempos de crisis”.
Para quienes apenas se acercan al muralismo mexicano, este libro ofrece una puerta de entrada privilegiada. Lejos de limitarse a reproducir imágenes, ofrece contexto, análisis y sobre todo, un diálogo entre el pasado y el presente. “Siqueiros documentado” no solo ilumina a uno de los artistas más combativos del siglo XX, sino que también plantea preguntas vigentes sobre el papel del arte en tiempos de crisis.
Con esta obra, el INBAL rinde homenaje a Siqueiros en el cincuentenario de su muerte, y a la vez deja sembradas nuevas rutas para pensar el arte, la política y la memoria colectiva.
